La principal referencia del Celta para evitar el descenso, ya que los resultados propios no llegan, sigue siendo una semana más el Alavés, que tampoco reacciona para alivio del celtismo.El equipo vasco empató el sábado en Mendizorroza frente al Éibar, equipo ya virtualmente descendido y que se quedó con uno menos en el primer tiempo. Al finalizar el encuentro un grupo grande de aficionados se quedaron a esperar a los futbolistas para gritarles de todo, y estos tuvieron que abandonar las instalaciones con una fuerte escolta policial.
El ambiente es muy tenso en la capital vasca y ayer se han sucedido los acontecimientos. Las instalaciones de entrenamiento de Ibaia amanecieron llenas de pintadas contra los futbolistas, con frases como: «O corréis en el campo, o en la calle». Incluso algunas frases iban individualizadas hacia jugadores como Javi Guerra y Astudillo.
En el mismo centro del terreno de juego donde se entrena el equipo vitoriano, se celebró una reunión con el presidente, Fernando Ortiz de Zárate, que se prolongó durante casi una hora.
Enfado en A Madroa
En Vigo la situación está algo más tranquila gracias precisamente a los pinchazos del Alavés, sin embargo ayer un grupo de media docena de aficionados, de la Peña Comando Celta, se presentaron en las instalaciones de A Madroa para transmitirles a los jugadores su profundo malestar y preocupación por el juego y los resultados del equipo.
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