El fútbol italiano tiene las hinchadas más politizadas del planeta. De hecho, el primer ministro, Silvio Berlusconi, es también el dueño de AC Milan, uno de los clubes más poderosos del mundo.En el mismo orden, los ejemplos más claros son: los fanáticos de Livorno, identificados con la izquierda, decoran las tribunas con un color rojo dominante y banderas con hoces, martillos, la estampa del Che Guevara, Lenin, etc. Además, entre los cánticos de aliento a su equipo, se mezclan canciones como "Bella Ciao" o "Bandiera Rossa". El máximo ídolo por estos días es Cristiano Lucarelli, buen delantero que se metió en el corazón de sus hinchas luego de reconocer su pasión por el comunismo.
El otro conjunto más politizado, se encuentra de la otra vereda. Es Lazio y sus seguidores más acérrimos están muy vinculados con la extrema derecha. Sus "barrabravas" llevan tatuajes del Duce Benito Mussolini (no pueden llevar muchas banderas ni distintivos de esa índole porque no los dejan ingresar al estadio) y, como no podía ser de otra manera, se la pasan levantando la manito derecha.
Su máximo ídolo hasta hace poco era el muy buen delantero Paolo di Canio (a quien Berlusconi calificó como "un buen muchacho"), quien en más de una oportunidad tuvo que pagar multas o llevarse sanciones por levantar su brazo derecho de cara a sus seguidores.
Por estos días, Mauro Zárate ocupa el lugar que Di Canio dejó en la delantera de Lazio y parece que también lo va a ocupar fuera de la cancha. O al menos tendrá que explicar el por qué de esta fotografía.
Maurito, estaba suspendido y fue a ver a sus compañeros desde la tribuna, en el duelo ante Bari.
La figura del conjunto romano asistió al campo de juego acompañado por la candidata del partido del primer ministro, Silvio Berlusconi, "Pueblo de la Libertad" (Pdl) para las próximas elecciones en la región Lazio, Renata Polverini, que se encuentra inmersa en la campaña electoral para los comicios del 28 y 29 de marzo.
La mencionada foto lo muestra levantando el brazo derecho, en el clásico saludo fascista, gesto que ha sido recogido por la prensa italiana, que publica la imagen. Mauro llegó al estadio poco antes de iniciarse el partido y se situó entre los "ultras" (barrabravas italianos) de Lazio, desde donde lo fotografiaron junto con los hinchas fascistas con el brazo derecho en alto (clásico saludo fascista) durante el calentamiento de su equipo previo al encuentro, como puede verse en las fotografía.
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