La ministra israelí de Cultura y Deporte, Limor Livnat, pidió ayer abrir una investigación contra los aficionados del equipo de fútbol Betar Jerusalén por desplegar pancartas racistas e islamófobas.
"Se trata de afirmaciones para las que no hay lugar en los estadios y que ayer rechinan especialmente porque se celebra el Día Internacional del Holocausto", dijo la ministra según la sección deportiva del sitio en Internet Ynet.
Las pancartas fueron desplegadas ayer en el partido que el Betar Jerusalén disputó contra el Benei Yehuda de Tel Aviv, poco después de conocerse que su presidente Arkadi Gaidamak tiene la intención de fichar a dos jugadores chechenos de religión musulmana, lo que es motivo de rechazo por los seguidores del equipo.
"Betar pura para siempre", se leía en una gran pancarta que ha provocado las críticas de comentaristas deportivos y políticos.
"Nadie puede aceptar este tipo de expresiones, especialmente nosotros, miembros del pueblo judío", afirmó la ministra, que ha exigido a la Federación Israelí de Fútbol y a la Policía que investiguen lo ocurrido.
Rubi Ruvlin, el presidente del Parlamento, manifestó que "los gritos escuchados a favor de la pureza racial judía en el Betar son indignantes". "Hemos tolerado demasiadas veces." agregó.
Los aficionados del Betar, de la primera división local, son conocidos desde hace una década por su racismo, y han sido numerosas las ocasiones en las que jugadores africanos y árabes han sido insultados desde las gradas.
Samir Isa, entrenador del equipo de la ciudad árabe de Um El Fahem, con el que el Betar se enfrentará en la próxima fase, advirtió de que si sus jugadores son insultados por los aficionados abandonarán el terreno de juego inmediatamente.
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