Si ayer hubiera sido un domingo normal y corriente, Pepe García-Carpintero hubiera estado en el Coliseum Alfonso Pérez, con el micrófono de Radio MARCA, contando desde la alineación de los dos equipos hasta si se movía una mosca. Porque Carpin era de esos, de los que estaba atento a todo y todo lo contaba.
Pero ayer no fue un domingo normal. Fue un domingo traicionero que se llevó a Pepe cuando ya estaba preparado para entregarse a una de sus pasiones: la radio. La muerte le sorprendió después de una mañana de fútbol, atento a las categorías más modestas, y listo ya para ir a Getafe, a trabajar, micrófono en mano, lo que hiciera falta.
Y nos quedamos sin ese buenazo que apareció una mañana en Radio MARCA, dispuesto a entregarse al oficio sin condiciones. Pepe era capaz de hacer reporterismo por la mañana, presentar un programa por la tarde y escribir en el periódico. Por eso el término todoterreno se creó para periodistas como Carpin.
Tanto es así que no le importó cambiar la radio durante casi dos años por la corresponsalía de MARCA en Zaragoza, donde impulsó la delegación y tuvo un trato exquisito con el equipo de la ciudad. Le llegó tan hondo que se hizo del Zaragoza y andaba sufriendo estos días más que nadie.
De vuelta a casa, hizo de todo. Fue un caso único porque hasta para quienes trabajábamos con él era difícil encuadrarle en la radio o en el periódico. En realidad, estaba en todos los sitios. Cubría la información del Atlético, del Rayo y de cualquier equipo que pasara por Madrid.
Amplió su bagaje profesional en las redacciones de Público y ADN pero no pudo resistirse a una nueva llamada de la radio. Su radio. Era el típico periodista que estaba en MARCA aunque se hubiera ido. Un canterano. Uno de los nuestros. Probablemente, por eso volvió. Y en su segunda etapa ofreció nuevas muestras de su versatilidad, tocando todos los deportes y todos los géneros.
Por eso, quienes más le quieren y quienes hoy más le lloran se extrañaron ayer de su retraso, de su ausencia. Carpin no era de los que fallaban a la hora de trabajar. No una tarde de domingo, de Liga, de Atlético, de radio. Descansa en paz, compañero.
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