La Fiscalía ha archivado las investigaciones por hechos ocurridos en Valencia contra dos grupúsculos de extrema derecha, Ultras Sur, los aficionados ultras del Real Madrid, y España 2000, un partido fascista. Durante la procesión cívica del 9 d´octubre, el pasado jueves, varias decenas de personas desfilaron con total impunidad mostrando esvásticas y otra simbología nazi.
El 29 de abril de 2014 Israel a Catalunya, una organización que lucha contra el antisemitismo, denunció la colocación de una esvástica en Valencia, en la zona donde se concentraban los aficionados del Real Madrid que iban a acudir a la final de la Copa del Rey de fútbol que enfrentaba a su equipo contra el FC Barcelona.
Israel a Catalunya denunció un posible delito de incitación al odio y otro contra la administración pública, éste imputable a la policía por su pasividad, ya que la bandera habría estado colgada durante varias horas. La primera acusación es desdeñada porque se trató de un “acto aislado con escasa repercusión, dado que los componentes del grupo se disolvieron y quitaron la bandera inmediatamente al ser requeridos por un agente de seguridad privada”.
La policía tampoco pecó de pasividad, según la Fiscalía de Valencia. “La indefinición [de la denuncia] en cuanto a la actuación o falta de actuación policial” “no desvirtúa lo manifestado por la policía”, que dice haber llegado al lugar de los hechos una vez la bandera ya ha sido retirada. Los agentes encargados del dispositivo no son identificados por el Ministerio del Interior, cuya explicación da por buena la acusación pública. La exhibición de la bandera fue atribuida a Ultras Sur, el grupo de seguidores ultras del Real Madrid con un largo historial de altercados. El grupo fue expulsado del estadio Santiago Bernabeu la pasada temporada tras una reyerta entre sus miembros.
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