El Club de Accionariado Popular (CAP) Ciudad de Murcia fue refundado en el año 2010 después de que Quique Pina, actual presidente del Granada, firmara la tercera desaparición de la institución llevándose el equipo a la ciudad andaluza. Fue en ese momento cuando los hinchas de un club que llegó a rozar el ascenso a Primera -con Juanma Lillo llegó a tener incluso a Pep Guardiola en su etapa como jugador en un entrenamiento- decidieron tomar las riendas de la administración bajo un modelo horizontal por el que cada asociado posee una acción del club y tiene voz y voto en las asambleas que se celebran para decidir todo lo que rodee a la institución.
Bajo la consigna del rechazo al 'fútbol negocio', el Ciudad de Murcia se refundó con una sólida base social que está patente en cada uno de sus encuentros, ya sea como local o visitante, en los que se puede ver a miles de aficionados abarrotando las gradas de humildes estadios en categorías inferiores en las que se han ido abriendo paso a base de esfuerzo desde aquel año 2010 en el que decidieron empezar desde cero con otro modelo deportivo que otorgaba todo el poder a los aficionados y no a grandes empresarios. Los hinchas son propietarios de su club siguiendo el modelo del United of Manchester -club fundado por aficionados descontentos con el Manchester United- y su visión del fútbol ya ha sido asimilada por otros equipos del fútbol español como el CF Tarraco.
Haciendo gala del respeto por el hincha, desde el Ciudad de Murcia han establecido políticas de ventas de entradas que favorezcan al aficionado tanto local como visitante, una visión que no parecen compartir otros clubes de la misma categoría. Es por ello que este fin de semana los 'City Boys', el grupo oficial de animación del equipo murciano, llevaron a cabo una protesta en Totana, donde se desplazaron para animar al equipo desde fuera del estadio en protesta por la política del Olímpico de Totana, que no aceptó el pacto de reciprocidad en el precio de las localidades y pretendió cobrar cinco euros por entrada y no tres, queriendo hacer negocio así con una afición que es la más numerosa de la categoría y que destaca por el seguimiento constante que hace a su equipo sea cual sea el campo donde juegue.
En un comunicado oficial, los hinchas avisaron de sus intenciones y las acabaron cumpliendo:
Nuestra afición no entrará al partido del domingo en Totana por el coste de la entrada: 5€.
Desde la afición rojinegra se acordó no pagar más de 3€ en ningún desplazamiento debido a tres razones:
1.- El precio de la entrada local suele estar inflado para incentivar la compra del abono anual, la afición rojinegra ya ha comprado religiosamente el abono de nuestro club, por lo que merece otro trato puesto que ya ha cumplido con su club e invierte un dinero en gasolina para desplazarse y dar ambiente al fútbol.
2.- La afición rojinegra solo reclama un trato reciproco, el CAP Ciudad de Murcia pide por entrada al rival 3€ y menores de 18 años no pagan. Solo se pide ser tratados como nosotros trataremos en el partido de vuelta, o hemos tratado en la ida, a la afición rival.
3.- Los aficionados del CAP Ciudad de Murcia son conocidos por generar grandes ingresos en taquilla y cantina, son la gallina de los huevos de oro, sentar precedente a la hora de pagar más de 3€, llevará a que ese coste que se ha aceptado vuelva a ser subido cuantas veces el rival quiera.
El fútbol por y para los aficionados.
Esta fue la forma de protestar por parte de un equipo que ha entendido después de tres experiencias traumáticas que casi ponen fin a la existencia del club que el fútbol puede ser llevado de otra manera. En el año 2013 los propios City Boys ya demostraron en un entrenamiento que pase lo que pase siempre estarán con su equipo. Este es el vídeo de la sorpresa que dieron a sus aficionados en un entrenamiento cuando los resultados no acompañaron al equipo.
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