Tras los incidentes en los que perdiera la vida Francisco Javier Romero Taboada, la Policía Nacional buscó identificar a las cinco o seis personas que lanzaron al hincha del Depor al río Manzanares, a la altura del Estadio Vicente Calderón, para saber si éstos se encontraban entre la veintena de detenidos que permanecían en comisaría.
‘Jimmy’, que así era como le conocían sus amigos de la peña de los Suaves del Deportivo, murió de frío por una hipotermia. No llegó a permanecer sumergido en las aguas del río por mucho tiempo, como al principio se suponía, dado que se agarró a algún objeto en el agua tras ser lanzado durante la pelea y desde el cual, quienes permanecían en las orillas pudieron escuchar sus lamentaciones y gritos de “socorro, socorro".
Durante los enfrentamientos, según se ve en las imágenes, cinco o seis personas agarran a ‘Jimmy’ y le tiran al Manzanares, donde además, los violentos lanzaron a una segunda persona, aunque ésta tuvo las fuerzas para llegar hasta una escalera y subir.
La Policía solicitó ayer al Ayuntamiento de Madrid imágenes de mejor calidad que las grabadas por los vecinos. Al parecer, Madrid Río podría tener esa cinta que estaba siendo localizada por la tarde. En ella se podría observar con nitidez la pelea que ayer terminó con la vida de Francisco Javier Romero Taboada antes del partido en el Calderón entre Atlético de Madris y Deportivo de la Coruña, y en la que participaron cerca de doscientas personas.
El inicio de la pelea
La batalla comenzó entre dos grupos de unas sesenta personas y poco a poco fue aumentado el número de implicados. A los pocos minutos de iniciarse, la pelea se extendió y hubo algaradas en las calles San Rufo, Virgen del Puerto y Paseo de la Ermita del Santo. Estas vías están en las cercanías del Estadio Vicente Calderón, donde desde poco antes de las nueve de la mañana había ultras del Atlético esperando a los miembros de las bandas gallegas para iniciar acciones violentas.
La Policía tuvo que utilizar gases lacrimógenos para disolver a los participantes de la pelea y debajo de los coches de la zona se encontraron algunos de los cuchillos que se robaron en los bares de la zona.
Además de los cuchillos, los radicales utilizaron las sillas de los chiringuitos del Paseo de los Melancólicos, una de las zonas donde la pelea tomó mayor intensidad, para tirárselas los unos a los otros. El empleado de uno de estos bares dijo que se llevaron algunos cuchillos y botellas que se lanzaron entre ellos en una batalla que sorprendía a las personas que paseaban por Madrid Río a esas horas.
Además de estos incidentes físicos, en la red se producía por la tarde una guerra dialéctica y amenazas entre las hinchadas radicales de ambos bandos.
Entre las redes policiales se decía ayer que en la lucha participaron, además de ultras de las dos aficiones, miembros de los ‘Bucaneros’ del Rayo Vallecano, pero la Policía no confirmaba ayer estos datos.
Interceptar mensajes
Tras los altercados, hubo algunas críticas por el hecho de que no se hubieran previsto los incidentes. Fuentes del SUP indicaron que la Policía puede controlar las redes sociales, como se hace habitualmente para prevenir disturbios, “pero los whastapp son correspondencia y en España, uno de los países más garantistas del mundo, no se pueden interceptar así como así”.
La Brigada de Información de la Policía, por ejemplo, trabajó la pasada semana en las ‘Marchas por la Dignidad’ que se iban a celebrar en Madrid. En ella se buscaba conocer si grupos de alborotadores iban a actuar después de la manifestación oficial. El estudio de estas marchas sacó como conclusión que no había convocatoria ‘oficial’ de los alternativos violentos, lo que se confirmó con la falta de incidentes posteriores.
Fuentes del SUP indicaban ayer que los que deberían prestar más atención a sus ‘aficiones’ son los clubes. Si los responsables del Deportivo hubieran advertido de la llegada de dos autobuses de ultras, la Comisión Antiviolencia podría haber declarado el partido de alto riesgo, señalan algunos policías.
Eso supone que la llegada de las aficiones rivales es controlada y se hace una ‘cápsula’ con los hinchas que son trasladados por la policía. Ayer, nadie advirtió de la presencia de los ultras del Deportivo de La Coruña, por lo que los que esperaban a los radicales fueron los extremistas del Atlético de Madrid.
Además de controlar a los hinchas, la declaración de 'partido de riesgo' supone un mayor gasto para los equipos de fútbol, ya que tienen que contratar a más guardias jurados para el interior del estadio.
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