El nuevo Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas se publicó en el BOE el pasado 5 de diciembre y no entrará en vigor hasta el próximo 5 de marzo. Sin embargo, ya tiene una primera modificación. El Grupo Parlamentario Popular ha presentado en el Congreso una enmienda al Código Penal Militar, actualmente en tramitación, que reforma el código disciplinario.
Y lo hace para tipificar una nueva falta disciplinaria consistente en “constituir un grupo u organización que persiga fines manifiestamente ilegales que vulneren las reglas esenciales que definen el comportamiento del militar”. Según dicha enmienda, “afiliarse, pertenecer o colaborar con tal grupo u organización o promover sus actividades publicitarias, así como inducir o invitar a otros militares a que lo hagan” constituirá una falta grave, sancionable con hasta 15 días de multa, entre 15 y 30 días de arresto, pérdida de destino o baja en el centro docente militar de formación.
Aunque la enmienda no especifica qué tipo de grupos se refiere, el Estado Mayor del Ejército de Tierra elaboró en octubre de 2013 un documento reservado (difundido por EL PAÍS) en el que ordenaba la adopción de medidas —como apartarlos de puestos y destinos con acceso a material sensible— contra los militares sospechosos de “radicalismo ideológico, religioso o delictivo”. Según el texto, “la conducta de estos individuos constituye una debilidad para la institución y puede llegar a suponer una amenaza para la seguridad”.
Lo que preocupaba al Ejército era la aparición en su seno de miembros de bandas juveniles, grupos radicales de extrema derecha o ultraizquierda, potenciales yihadistas o incluso hinchas violentos. En todo caso, si estos grupos fuesen ilegalizados, sus miembros podrían ser acusados de un delito de asociación ilegal.
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