Un centenar de ultras del Rayo Vallecano han presentado en los juzgados de Plaza de Castilla denuncias contra Cristina Cifuentes por, según ellos, hacer un uso ideológico del Cuerpo Nacional de Policía. El grupo ultra asegura que Cifuentes mandó una docena de furgones de la Unidad de Antidisturbios al local de los Bukaneros el sábado 28 de febrero sin que hubiese habido incidentes previos y consideran que el movimiento se realizó con móviles políticos.
La grada de los Bukaneros en el estadio quedó vacía y los radicales aseguran que fue por estar retenidos mientras se realizó el registro de su local, sin orden judicial ni secretario que levantase acta del medio. Los rayistas cuentan que "bajo amenazas y coacciones" 184 de sus miembros, incluidos algunos menores fueron registrados, identificados y grabados en vídeo por la Policía. En el registro la policía se incautó de más de 400 bengalas, que según el grupo ultra son legales.
Entre los denunciados, además de Cifuentes, también ha sido incluida la coordinadora de seguridad ciudadana del Estadio de Vallecas, Rosario Laperal Martín, responsable del operativo del sábado. Así como el jefe del operativo policial, encargado de ejecutar las órdenes.
La Policía Nacional identificó a 184 personas durante el control que se llevó a cabo el sábado en la sede de los seguidores ultras del Rayo, los Bukaneros, en el que se incautaron más de cuatrocientas bengalas, otros artefactos piroténicos y pequeñas cantidades de cocaína y marihuana.
Según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía, durante esa intervención fueron identificadas 184 personas tanto en el interior del local como en los alrededores.
En el registro de la sede de los Bukaneros, ubicada en la calle Dolores Flogueras de la capital, los agentes se incautaron de 413 bengalas, otros siete aparatos pirotécnicos, un palo, una bola de cocaína y tres dosis de marihuana, según las mismas fuentes.
La intervención tuvo lugar el sábado antes del partido entre el Rayo y el Levante, según informó el presidente de una peña rayista, que explicó que durante el registro la Policía "retuvo" en un "control rutinario" -según la Jefatura- a unos doscientos aficionados del Rayo Vallecano.
Entre las personas retenidas, según el testimonio del peñista vallecano, había miembros de los Bukaneros, pero también aficionados del conjunto madrileño sin vinculación con ellos y menores que se encontraban en ese momento dentro del local para comprar unas camisetas.
Tras ese registro, llevado a cabo entre las cinco y las seis de la tarde, un gran número de seguidores del Rayo, en señal de protesta por la intervención policial, no quiso entrar al estadio a presenciar el partido.
La Policía confirmó la intervención, que enmarca en un control "rutinario".
La Policía Nacional identificó a 184 personas durante el control que se llevó a cabo el sábado en la sede de los seguidores ultras del Rayo, los Bukaneros, en el que se incautaron más de cuatrocientas bengalas, otros artefactos piroténicos y pequeñas cantidades de cocaína y marihuana.
Según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía, durante esa intervención fueron identificadas 184 personas tanto en el interior del local como en los alrededores.
En el registro de la sede de los Bukaneros, ubicada en la calle Dolores Flogueras de la capital, los agentes se incautaron de 413 bengalas, otros siete aparatos pirotécnicos, un palo, una bola de cocaína y tres dosis de marihuana, según las mismas fuentes.
La intervención tuvo lugar el sábado antes del partido entre el Rayo y el Levante, según informó el presidente de una peña rayista, que explicó que durante el registro la Policía "retuvo" en un "control rutinario" -según la Jefatura- a unos doscientos aficionados del Rayo Vallecano.
Entre las personas retenidas, según el testimonio del peñista vallecano, había miembros de los Bukaneros, pero también aficionados del conjunto madrileño sin vinculación con ellos y menores que se encontraban en ese momento dentro del local para comprar unas camisetas.
Tras ese registro, llevado a cabo entre las cinco y las seis de la tarde, un gran número de seguidores del Rayo, en señal de protesta por la intervención policial, no quiso entrar al estadio a presenciar el partido.
La Policía confirmó la intervención, que enmarca en un control "rutinario".
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