Barcelona y Athletic vuelven a coincidir un año más en la final de la Copa del Rey, con todo lo que ello conlleva. A medida que se acerca la fecha fijada (30 de mayo), al debate habitual que se genera a la hora de designar la sede del partido se une y se alimenta la polémica sobre la posible pitada al himno español. Sucedió cuando estos mismos equipos se vieron la cara en el Vicente Calderón (2012) y tres años antes en Mestalla (2009), y esta temporada reaparece la amenaza. Después de que catalanes y vascos sellaran la clasificación el pasado miércoles, el cruce de declaraciones y la controversia sobre este espinoso asunto ha comenzado.
Aunque la Federación Española de Fútbol (RFEF) es la encargada de organizar la final de la Copa del Rey, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) entraba este jueves en el debate y aseguraba que trabajará «para intentar evitar que haya pitos al himno de España». Javier Tebas, sin embargo, reconocía que será difícil y se mostraba «preocupado» por lo que pueda pasar en los prolegómenos de la final entre azulgrana y rojiblancos. De hecho, alguna asociación independentista como «Catalunya Acció» ya ha comenzado a calentar el evento al anunciar que promoverá de nuevo una «pitada contra el himno español y el Borbón», en alusión al Rey. «Ellos insultan, nosotros pitamos».
Desde el Consejo Superior de Deportes (CSD), un portavoz explicaba este jueves su voluntad de pedir sanciones a la Comisión Antiviolencia en caso de que se produzca la pitada. La final es un partido organizado por la Federación, aunque los clubes implicados también tienen responsabilidades. Según la ley, los organizadores deber ser los encargados de evitar este tipo de conductas.
Entre los organizadores no se encuentra la LFP, pero Tebas se ha comprometido a trabajar para «romper con la tradición de los pitos al himno de España en la final de la Copa del Rey. Es algo con lo que debemos terminar ya y por mi parte los pitos se van a perseguir».
Pitos en la última Copa de baloncesto
Hace solo unas semanas se vivía una pitada al himno español, por parte de una parte de la hinchada del Barcelona, en la final de la Copa del Rey de Baloncesto, disputa en Gran Canaria contra el Real Madrid. Entonces, la Comisión Antiviolencia advertía a la ACB y a los clubes participantes en la Copa la normativa que indica que es responsabilidad del organizador de la competición deportiva garantizar que los espectáculos que organice no sean utilizados para difundir o transmitir mensajes o simbología que pese a ser ajenas al deporte, puedan incidir, negativamente, en el desarrollo de las competiciones.
Entonces quedaba sin sanción la pitada al Rey y al himno nacional que comenzaba en el sector de los aficionados más radicales del Barcelona y que fue contestada con aplausos por el resto del pabellón.
Perseguido por la ley
Pero al margen de las sanciones deportivas, el ultraje a la bandera y al himno también estado penado legalmente. En España, se regula el uso de la bandera nacional y el de otras enseñas en la Ley 39/1981, de 28 de octubre, que fue publicada el 12 de noviembre de ese año en el BOE número 271.
El pasado año, la Ley de Seguridad Ciudadana que desarrollaba el actual Gobierno, a través de su departamento de Interior, fijaba en una sanción administrativa derivada de una infracción grave, con multas de hasta 30.000 euros para las infracciones graves de ofensa o ultrajes a España, sus símbolos y sus instituciones.
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