Un grupo de 18 aficionados deportivistas, la mayoría integrantes de los Riazor Blues, imputados por participación en riña tumultuaria el pasado 30 de noviembre, declararon ayer en el Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña que fueron "emboscados" por los integrantes del Frente Atlético a su llegada a Madrid, adonde se desplazaron para presenciar en directo el partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo. En esa emboscada falleció el seguidor coruñés Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy.
Los seguidores blanquiazules, representados por los abogados Pablo Freire y Erlanz Ibarrondo, están imputados por participación en riña tumultuaria y negaron en todo momento la acusación, como ya habían hecho en su declaración ante la Policía Nacional en el cuartel de Lonzas el pasado 18 de diciembre. Al ser preguntados por la juez si aceptaban los hechos, todos los seguidores imputados respondieron con un "no" contundente. Es la misma respuesta que habían ofrecido con anterioridad otros aficionados deportivistas que ya habían sido llamados a declarar tanto en A Coruña como en Madrid.
Las respuestas de los sospechosos que ayer acudieron al juzgado coinciden con las que ya habían ofrecido en diciembre, ellos y otros seguidores deportivistas, y aseguraron que ellos habían llegado a Madrid sobre las ocho de la mañana y que de repente se encontraron con un numeroso grupo de seguidores del Atlético que se lanzó hacia donde estaban los deportivistas al grito de "¡a por ellos!". "Fuimos arrasados", aseguraron varios de los imputados. "Lo único que pudimos hacer era correr y escapar", afirmaron ante la juez.
Entre los 18 imputados que declararon ayer en el Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña había un seguidor que no pertenece a ningún grupo deportivista, ni a los Riazor Blues ni a ninguna otra peña. "Yo solo quería ir a Madrid a ver el partido, pero mis padres no me dejaron ir en mi coche y me dijeron que viajase con una peña. Encontré la posibilidad de hacerlo con este grupo y cuando llegamos al Manzanares lo único que pude hacer fue correr", explicó ante la magistrada.
Otro de los seguidores deportivistas que fue víctima de la emboscada explicó que cuando se encontraron con los miembros de Frente Atlético en la ribera del Manzanares lo único que se le ocurrió fue escapar. "Allí no había policía por ningún lado y cuando apareció lo primero que hicieron fue identificarnos. Nosotros lo único que queríamos era protección", aseveró otro de los imputados por participación en riña tumultuaria, según fuentes judiciales.
En sus declaraciones, incidieron también ante la magistrada en que en ningún momento habían participado en "una quedada". "Como grupo no quedamos con nadie", aseguraron los imputados, aunque hubo quien añadió a la juez: "A título individual ya no lo puedo decir".
La titular del Juzgado de Instrucción número 5 remitirá ahora todas las declaraciones efectuadas ayer al juzgado de Madrid encargado de la investigación, que será el que decida el procedimiento que seguirá, si hay acusación o por el contrario exime a los seguidores deportivistas de cualquier tipo de responsabilidad.
El Gobierno ya ha reconocido, en una respuesta parlamentaria a la diputada del BNG en el Congreso Rosana Pérez, publicada ayer por LA OPINIÓN, que la Brigada Provincial de Información Policial de Madrid conocía de antemano que miembros del Frente Atlético habían quedado en un bar cercano al Calderón a las 7 de la mañana del 30 de noviembre.
A pesar de asegurar que conocían los movimientos y la quedada de los seguidores radicales del Atlético, el Ministerio del Interior sigue responsabilizando otra vez al Deportivo de los incidentes porque a su juicio la información enviada por el club coruñés sobre el viaje de los Riazor Blues a Madrid "era poco detallada, lo que impidió valorar adecuadamente el riesgo". La información de la entidad deportivista coincidía con la que también había remitido desde A Coruña el coordinador de seguridad, miembro de la Policía Nacional, con la antelación suficiente para que tomasen las medidas pertinentes.
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