Nació en el centro de Madrid y su vida es el fútbol. O más bien lo era. Tiene 23 años y prefiere no dar su nombre. Insiste en que todas las opiniones vertidas en esta entrevista, que realizamos en un pub irlandés de la periferia de la ciudad, son en primera persona: "Lo que te voy a contar lo pienso yo; es mi vida, que quede claro". Ha vivido desde los 17 años en la calle y ha estado hospitalizado por comer de la basura. Ha crecido en okupas y hoy, convertido en un veterano de la calle con cara de niño y mirada de adulto, tatuado y curtido, cree que "no todo el mundo vale para ser soldado". Él sí. Empezamos hablando de Alfon, el joven acusado de llevar un artefacto explosivo durante la manifestación de la huelga general el 14 de noviembre de 2012.
VICE: ¿Conoces a Alfon?
Es mi hermano, he vivido muchas cosas con él, desde manis hasta problemas familiares y económicos, cosas de todo tipo.
¿Cómo se encuentra? ¿Has sabido algo de él en las últimas semanas?
Él es como yo en ese sentido, no le gustan los móviles, le gusta contactar con alguien cuando él quiere, y estar tranquilo. Ahora le veo poco.
¿Crees que es un cabeza de turco?
Ha podido parecer que se le está utilizando, pero no lo creo: lo que le ha pasado es lo mismo que le ha pasado a mucha gente, pero en su caso es peor. Todo esto les da es maniobrabilidad para jugar sus cartas. Así pueden seguir siempre señalando a su objetivo, que tienen claro cuál es.
¿A quién te refieres cuando dices que "les da maniobrabilidad"? ¿Quiénes podrán "jugar sus cartas"?
Yo no soy policía y no se me ocurre qué pollas tendrán en la cabeza, lo que sí sé es que en cuanto hay alguien que atenta contra sus prejuicios, contra su estatus dictatorial, se cabrean y empiezas a ser su objetivo.
Vives en Vallecas. ¿Qué significa para ti el barrio?
En Vallecas se llevan a cabo muchas labores, desde políticas hasta sociales, de presos... Es un barrio con una mentalidad muy metida en los movimientos sociales: para defender a gente y mujeres oprimidas, por ejemplo. Mis colegas me dicen: eres más vallecano que nosotros. Aquí veo cosas con las que no he crecido: gente que ha sufrido más que yo. En otros barrios tienes una vida más fácil pero para mí eso no vale nada: le preguntas a la gente cómo está pero en realidad te la suda, ves y hablas con colegas de lo que no tienes cojones para hacer...
¿Has vivido en otros barrios de Madrid?
En el centro también hay gente así. He estado ocupado mucho tiempo y he conocido gente comiendo de la basura, porque yo me he peleado con mendigos por comer y en esos momentos jodidos, con los perros, buscando comida para mí y para ellos, conoces gente muy buena por la vida.
¿Has pertenecido a algún colectivo antifascista?
Del movimiento antifascista en Madrid, a nivel de todos los colectivos en Madrid, te puedo decir que hay gente muy solidaria. Yo me considero más o menos parte de todo esto desde que tengo 11 o 12 años, y ahora tengo 23.
¿Has participado en acciones y movimientos de ayuda social?
Desde pequeño he estado en varios colectivos, pero donde más me veía era con la gente de Vallecas. He participado en parar algún desahucio y también he viajado para alguna mani fuera de Madrid, y me he juntado para recaudar dinero para ayudar a niños, a presos políticos, a inmigrantes, a mujeres, a parados...
Jóvenes como tú tienen muchas etiquetas. ¿Cuál te pondrías tú?
Me han llamado de todo pero solo soy un ciudadano cabreado que ha sufrido más de la cuenta por cosas que no deberían pasar. Por historias como la de una amiga de toda la vida, de aquí de Vallecas, que es de una familia que no ha hecho más que trabajar, como muchas familias aquí. Ella ha estudiado, lo ha aprobado todo, ha sacado unas notas que te cagas toda la vida y ahora está en la universidad, y ha sacado muy buenas notas también. El problema es que ya no puede estudiar porque no hay dinero. Bueno, pues en ese momento yo entiendo que sus hermanos, su padre, su abuelo y sus primos salgan a la calle y se caguen en la puta y hagan lo que hace falta para que ella pueda estudiar. Le han prohibido un futuro.
¿Qué es para ti la violencia? ¿La justificas de algún modo?
Yo siempre digo: "Odio bien dirigido es odio positivo. Dirige tu odio". A ver, no te puedes pasar la vida entera llorando, porque esta vida es estresante, pero si lo diriges [el odio] y lo canalizas yo creo que estás haciendo un bien. Hay muchas gente que opina como yo en la vida, pero por suerte o por desgracia no todo el mundo vale para todo. Yo creo que cada uno tiene que cumplir su papel. Todas las luchas son necesarias, la pacífica, la violenta, la mediática... Para llegar al final.
Explícate.
Cuando hay gente que tiene los medios para cambiarlo todo y no lo hace, es porque no tiene conciencia... Y así estamos, apañados. La violencia la justifico como defensa, porque me canso de ver cómo la gente se sienta delante del Congreso [de los Diputados] con las manos en alto y viene la policía y les fostia, y en ese momento la gente nos señala, pero somos nosotros los que estamos manteniendo un orden... Yo he estado en manifestaciones súper violentas, claro, y lo único que quiero es que cuando alguien pierde un ojo o un anciano que se parte la cara por todos se lleva todas las hostias, como ha pasado, eso se considere una injusticia. Se tiene que entender que a veces solo se puede pagar con la misma moneda.
¿Siempre has pensado esto?
Vengo de un barrio en el que la mayoría de la gente no es como en Vallecas. Yo vengo de la Prospe, de Colombia, y comparado con esto... Mira, para que te hagas una idea, de pequeño a mis colegas del barrio les llamaba "skins acomodados".
¿Cuál era tu relación con ellos?
Tuve muchos problemas, pero ya estoy más tranquilo.
Perdona si me equivoco, pero doy por hecho que has tenido bastantes peleas. ¿Cómo fue la primera?
La primera vez que me pegué con un [neo]nazi tenía 11 años y era un niñato, le pegué con un tubo hueco de una aspiradora; tenía la mano temblando y se me cayó al suelo. Fue en Colón, cerca del Green [discoteca madrileña], peleando [junto] con los raperos de allí. Aquel día empecé a odiarles realmente. Recuerdo que a un colega le cogieron entre 200 y le dieron de hostias.
¿Ese escenario ha cambiado? ¿Han descendido las quedadas y cacerías o simplemente no las vemos salvo en casos excepcionales como el del Manzanares el pasado otoño?
La intensidad de esta gente ha bajado seriamente en los últimos años. Se han tenido que joder, van a currar con inmigrantes, a comprar... Si hasta muchos tienen novias latinas. Así se les va cayendo el discurso. Su lucha ha pasado a un plano más callejero y chungo: curran por la noche con gente latina, africana y del este... No hay por dónde cogerlos.
¿Qué se aprende en esas peleas?
Coges instinto. Yo nunca estoy tranquilo. Soy puro instinto y sobrevivo y ataco por instinto: hay veces que puedes pensar, pero cuando te atacan 15 salvajes casi nunca tienes tiempo. Normalmente son 15, 20, 40... Aquí en Vallecas tienen cuidado. Ahora han copiado a la Casa Pound de Roma, porque cuando un país está acojonado, pues esta gente propone estas cosas... Ya hasta se meten a ocupar.
¿Cómo ves España?
Uno de los problemas más graves de España es eso de "a mí esto no me afecta, yo paso". Pero bueno, cada uno que cuide su movida, no todo el mundo puede ser un soldado. Yo digo: impón tu granito, aporta.
***
Seguimos en el pub, sentados entre restos de patatas fritas, un par de cafés y un teléfono agrietado que graba nuestra conversación: "Yo como 5 o 6 veces al día. Nunca tendré hijos porque como salgan como yo, vaya guerra...".
Volvamos a Alfon. ¿Cómo le contarías a ese niño que no tendrás quién fue tu amigo Alfon?
Le diría que en el mundo pasan cosas injustas y que al tío Alfon le ha tocado. Como un montón de gente, se disponía a salir a la calle para ir a la manifestación [Huelga del 14 de noviembre de 2012] pacíficamente. No sé si pasaron 100 o 200 metros y se le abalanzaron preguntando qué iba a hacer y diciéndole que iba a ser denunciado por enaltecimiento del terrorismo, y luego ya apareció la bomba. Le enseñaron la mochila en el momento. Hubo alguien que salió corriendo pero les pillaron a todos. A Alfon le piden eso [cuatro años de prisión; su caso está en el Tribunal Supremo] porque quieren joder a un barrio y a una gente en concreto.
¿Qué pasó con la mochila y la presunta bomba que la Policía Nacional declaró haberle incautado?
Que quede claro que le pusieron la mochila. Llegaron y se la pusieron, no sé si justo antes o después... No puedo contar demasiado, solo que esa mochila que le sacaron es una mochila falsa, ficticia, una pantomima, y eso es todo lo que tienen.Aunque ellos dicen que había una mochila de plástico con artefactos explosivos caseros. A Alfon ya le habían jodido hace tiempo, a él y a su propia familia. Fue durante un toque de queda.
¿Toque de queda?
Es de locos pero hay toques de queda: momentos en los que la policía se ve fuerte y si te ve por la calle te la lía... Es posible que haya 4 o 5 caras que sean más familiares que el resto porque han hecho más cosas y se han dejado ver más a nivel social.
¿Cómo definirías tu ideología?
No me considero de extrema izquierda ni violento.
¿Antifascista?
Sí
¿Antiracista?
Sí
¿Te consideras una persona violenta?
Ya te he dicho que no, pero he usado la violencia como utensilio, como método para un fin: que no me rompan la cara y para asestarle su propia medicina a alguien.
Me decías hace un rato que las grandes peleas se ven menos ahora...
¿Las peleas, las cacerías y las quedadas? Mmmm... Sí que se ven menos, sí, porque la gente sale cada vez más gilipollas. Antes, de pequeño, yo estaba todo el día en la calle, por ahí, y me salían pecas de lo que me daba el sol en la cara; ahora hay niños que están todo el día encerrados y eso tiene mucho que ver. Ahora todo el mundo está dormido.
¿Qué piensas de ese descenso en las peleas?
No creo que haya que pegarse porque sí, sin razón. Como te decía, el odio hay que dirigirlo. Y no sé si todo es cuestión de violencia, pero hay una frase de un anarquista que decía que la violencia en sí es un fracaso, que solo se acaba con más violencia. El único que ha podido romper esa regla es Gandhi.
O Mandela
Vale, pero son dos ejemplos. Casi ninguna revolución pacífica ha funcionado. Aunque es verdad que aplicando violencia corres el riesgo de que eso sea permanente.
Como en Ucrania...
No te niego que la violencia sea un fracaso, pero a veces es la única solución. Somos los mismos que comemos mierda y siempre igual, y eso se tiene que acabar. Ucrania, Kurdistán... Todas las luchas son necesarias. Es un error decir que la violencia no es el camino; ése es el camino.
¿Crees en la información como antídoto?
En estos 10 años que me sacas hay cosas que viviré o no viviré, pero lo importante no es eso: lo importante es que han pasado muchos siglos y ahí nadie ha hecho nada nunca; se ha intentado pero no se ha conseguido. Es un hecho. Y la solución, perdona que te diga, no es la información. No lo creo. ¿O piensas que con Franco se podía hacer o cambiar algo con información?
¿Qué relación has tenido con la policía?
He vivido en mi piel una tortura de unas cuatro o cinco horas totalmente gratuita. Me acusaban de robar 300 chalets y 600 kilos de oro, pero ¿tú me ves cara de rumano? Nada que ver con ideales ni nada, eso fue cuando tenía 16 o 17 años, y creían que trabajaba para gente del este de Europa. Casi me meten seis años. Mira, lo único que te puedes comer en comisaría son galletas.
Antes, con la grabadora apagada, hablábamos de infiltrados en las manifestaciones. ¿Has visto alguno?
En una de las últimas del Congreso [Rodea el Congreso] había uno que llamaba la atención, con zapatillas de correr y un casco de música, que son las claves para darte cuenta de que es un secreta.El tío también llevaba un bolsito. De repente le quité el casco. Justo cambió de frecuencia y estaba sonando música clásica, y me dijo: "¿¿Qué pasa??" El tío empezó a tartamudear y le respondí que no era el momento de lanzar piedras ni petardos.
¿Qué pasó después?
Donde veía que le podían seguir porque la podía liar, ahí iba yo detrás de él. Pero se dio cuenta. Otros cuatro chicos me ayudaron y le intentamos agarrar, pero se quitó la sudadera y se fue entre la gente. En ese momento se destaparon seis o siete secretas y se vio que les habíamos jodido el tema.
Volviendo a tus denuncias de torturas, ¿has tenido algún tipo de lesión?
Tengo un parte gordo, sí. No sé si me tocó el médico bueno o es que se pasaron conmigo. Me pegaron con una porra extensible en el cuello y en el suelo, ya reducido, me pisaron y me pusieron una bota en el cuello mientras me esposaban y me daban más patadas. Yo veía que venían hacia mí y todo fue muy rápido. Otra fue con un madero que le dijo a una amiga mía: "Te voy a meter el rabo hasta la garganta". Él iba de paisano y cuando le preguntamos qué cojones había dicho sacó la placa, y eso tampoco me parece bien. Aquella vez, de la paliza que me dieron vomité. Lo que les jode es que les hagas trabajar y rellenar papeles.
¿Has tenido alguna relación positiva con algún policía?
No me fío de esta gente. He visto intentos de acercamiento, pero ya os he contado cómo me detenían por no haber hecho nada, o que casi me muero atragantado con agua, o que un policía que ha salido de copas con la placa se pasa con una amiga mía.
¿A qué te dedicas? ¿Cómo te ganas la vida?
Soy masajista, he trabajado en la obra, en la noche y he tenido que esperar en un cubo de basura. Y si hay que compartirlo, pues imagínate. Por comer en la basura me pillé una infección, pero lo que no te mata te hace más fuerte. He estado tan abajo y he comido tanta mierda que ya solo puedo ir para arriba.
¿Cómo estás de salud?
Estoy con estrés y tengo llagas en la lengua porque mi vida es una locura, un poema: llevo desde los 17 viviendo fuera de casa. Tengo que comer y tiene que comer mi perro. Mi padre puede que tenga cáncer por segunda vez y mis hermanos están todos fuera de España. Soy muy nervioso y me cuesta canalizar mi energía. Lo estoy intentando con el boxeo.
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