Se cuestiona al Atlético por “deficiencias en la organización que provocaron el bloqueo de los accesos al estadio” y remite al artículo 38 de las Reglas de Seguridad: “El organizador del partido debe tomar las medidas necesarias para asegurar que todos los pasillos, escaleras, puertas y salidas de emergencia están libres de cualquier obstrucción que pueda impedir el libre flujo de espectadores”. En ambos fondos, los aficionados taponaron los vomitorios. Además, se produjeron colas y montoneras en las puertas por un estrechamiento de la calzada para facilitar el acceso al campo de las autoridades que visitaron el Calderón.
Tarde. El segundo procedimiento es por “invasión de campo”. Al finalizar el encuentro, un espontáneo (una sola persona) saltó de la grada al césped y se acercó a Cristiano Ronaldo para pedirle al portugués la camiseta.
Por su parte, el Real Madrid será multado por saltar dos minutos tarde al campo, lo que produjo un retraso en el comienzo del partido. Según algunas fuentes, fue Ancelotti quien, pese a tres advertencias, ordenó a sus jugadores no saltar al terreno de juego hasta que remitieron los gritos de los aficionados locales.
Por otro lado, Mario Suárez tampoco será expedientado por sus declaraciones sobre el colegiado: (“para pitar partidos así no vale un serbio”), aunque sí serán analizadas. Suárez, que vio una tarjeta en la ida del Euroderbi, no podrá jugar la vuelta por acumulación de amonestaciones. Pellegrini fue sancionado la pasada temporada por cargar contra el árbitro tras un partido entre el Manchester City y el Barcelona. Al entrenador chileno le suspendieron tres partidos por decir que “el árbitro (el sueco Jonas Eriksson) había decidido el partido”, que “no fue imparcial” y que “no tuvo ningún control sobre el encuentro”.
Ultras Sur estuvo en el Calderón. El grupo radical consiguió entradas para el derbi que tenían el acceso por las puertas 13 y 14 del estadio, una zona destinada a la hinchada rojiblanca en la que curiosamente suele situarse una facción radical de la hinchada atlética que se hace llamar Suburbios (tiene una marcada ideología Nazi). Además, el Madrid aclara que no les dio las localidades a los ultras. En el club, a los antiguos miembros del Fondo Sur les han calificado como socios ‘C’ y no les dan entradas cuando las solicitan. Fuentes del Atlético, por su parte, aseguran a este diario que parte de las entradas de los ultras las consiguieron por internet porque ellos no se las vendieron.
Los Ultras Sur quedaron en la Plaza Mayor y desde ahí bajaron al Manzanares. La Policía les retuvo a las puertas del Calderón y, al ver que tenían localidades para las zonas de la hinchada local, se vio obligada a improvisar. La solución fue situarles junto al resto de aficionados madridistas, en la zona más alta del Calderón. También hubo problemas para el acceso al estadio, tuvieron que abrir los tornos y eso provocó que se colase gente del grupo que ni siquiera tenía entrada.
Problemas. Durante los primeros compases del encuentro se vieron las diferencias de Ultras Sur y la Grada Fans RMFC. Los primeros les increparon y los líderes de la Grada Fans RMFC se pusieran en contacto con el club para mostrarles su preocupación con la situación que estaban viviendo ante las amenazas. La entidad blanca les tranquilizó y les dijo que permaneciesen en sus localidades ya que irse del campo sería darles la razón a Ultras Sur.
El grupo radical ya intentó acceder al campo del Rayo, pero el equipo madrileño se lo impidió tras ser avisado por la Policía. La última vez que estuvieron presentes fue en el partido ante el Getafe el 18 de enero.
Ultras Sur estuvo en el Calderón. El grupo radical consiguió entradas para el derbi que tenían el acceso por las puertas 13 y 14 del estadio, una zona destinada a la hinchada rojiblanca en la que curiosamente suele situarse una facción radical de la hinchada atlética que se hace llamar Suburbios (tiene una marcada ideología Nazi). Además, el Madrid aclara que no les dio las localidades a los ultras. En el club, a los antiguos miembros del Fondo Sur les han calificado como socios ‘C’ y no les dan entradas cuando las solicitan. Fuentes del Atlético, por su parte, aseguran a este diario que parte de las entradas de los ultras las consiguieron por internet porque ellos no se las vendieron.
Los Ultras Sur quedaron en la Plaza Mayor y desde ahí bajaron al Manzanares. La Policía les retuvo a las puertas del Calderón y, al ver que tenían localidades para las zonas de la hinchada local, se vio obligada a improvisar. La solución fue situarles junto al resto de aficionados madridistas, en la zona más alta del Calderón. También hubo problemas para el acceso al estadio, tuvieron que abrir los tornos y eso provocó que se colase gente del grupo que ni siquiera tenía entrada.
Problemas. Durante los primeros compases del encuentro se vieron las diferencias de Ultras Sur y la Grada Fans RMFC. Los primeros les increparon y los líderes de la Grada Fans RMFC se pusieran en contacto con el club para mostrarles su preocupación con la situación que estaban viviendo ante las amenazas. La entidad blanca les tranquilizó y les dijo que permaneciesen en sus localidades ya que irse del campo sería darles la razón a Ultras Sur.
El grupo radical ya intentó acceder al campo del Rayo, pero el equipo madrileño se lo impidió tras ser avisado por la Policía. La última vez que estuvieron presentes fue en el partido ante el Getafe el 18 de enero.
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