La semana consume los días y el ambiente de derbi comienza a palparse. Juega el Málaga el último partido del año en La Rosaleda, con la opción de conseguir la última plaza europea en juego y contra un rival que gusta mucho en Martiricos. Todos son buenos condicionantes para un magníficos escenario, para un gran espectáculo.
Además de todo lo que el Málaga CF tiene en juego, el Sevilla también llega a la cita con mucho por decidir. Los de Unai Emery se juegan clasificarse para la Liga de Campeones. Es decir, deben ganar y esperar que el Valencia no gane con el Almería.
Todo eso ha generado mucha expectación en la capital hispalense, lo que ha obligado a solicitar por parte del club sevillista toda la disponibilidad posible en lo que concierne a localidades.
Según apuntó ayer El Desmarque Málaga, el conjunto blanquiazul facilitará 700 entradas al Sevilla para que las venda a sus aficionados. El buen ambiente entre directivas también provoca que las entradas tengan un precio de 20 euros.
Esas serán las localidades reservadas para la afición visitante, pero también se esperan aficionados hispalenses repartidos por la grada de La Rosaleda comprando su localidad a título personal, por lo que podrían ser cerca de un millar de aficionados del Sevilla el sábado en Martiricos.
Aún así, el Málaga espera una respuesta de la afición blanquiazul para llenar todas aquellas localidades que no serán de la afición visitante. El partido, con aroma a despedida, debe servir también para agradecer un año marcado por la tranquilidad deportiva sobre el césped.
El partido será declarado de alto riesgo debido al numeroso desplazamiento de aficionados visitantes y a la rivalidad entre los equipos.
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