Ha sido una semana complicada para Mauro Icardi. Tras enzarzarse con Maradona , ahora está enfrentado con los seguidores más radicales del Inter. El caso viene a raíz de unas protestas que tuvieron lugar en 2014 en Reggio Emilia. El joven de 23 años explica en su libro cómo se encaró a varios ultras después de regalar su camiseta a un niño en el sector visitante. Algunos radicales no aceptaron el gesto y la prenda fue devuelta, el delantero lo tomó mal y llegó a los insultos contra sus propios aficionados.
En el libro, el argentino explica cómo en una reunión en un parking de San Siro dijo a uno de los jefes de la Curva : "No tengo que pedir perdón a ninguno de vosotros, si va bien perfecto, si no adiós". La tensión en esos días llegó a tal punto que llegaron a avisar al 9 neroazzurro que podría encontrarse a algún radical debajo de su casa. Mauro, según cuenta en su biografía, reaccionó diciendo que "si hace falta llamaré a 100 sicarios argentinos para defenderme".
A raíz de todo esto los ultras han realizado un durísimo comunicado: "Icardi es un mentiroso. Nos gustaría que nuestro capitán no fuera así de arrogante. Se ha inventado un episodio para quedar por encima de nosotros. Icardi no sabe qué es el respeto, en su cabeza hay algo que va al revés. Un individuo como él no puede llevar el brazalete de capitán. Quítate el brazalete, payaso", señaló.
Los ultras del Inter le abuchearon durante todo el partido ante el Cagliari y le recibieron con una durísima pancarta. "Usar a un niño para justificarte y tirarnos barro a la cara... No eres un hombre, no eres capitán, eres sólo una gran mierda", rezaba.
Horas antes del partido, el argentino se apresuró a intentar poner paz. En un comunicado en Instagram explicó su "sorpresa" y "tristeza" por el revuelo y aseguró que lo que cuenta en el libro es para describir su "calentón". Sobre el episodio de los criminales argentinos aseguró que le metieron miedo y por ello reaccionó de esa forma.
Zanetti: "Habrá consecuencias"
Javier Zanetti, leyenda y vicepresidente del Inter, censuró lo sucedido. "¿Si vamos a tomar acciones? Desafortunadamente sí. Los aficionados son lo más importante, nos acompañan y hay que respetarlos. No podemos aceptar estos comportamientos de una persona que trabaja para el club. Hablaremos tras el partido y valoraremos todo. ¿Si le vamos a quitar la capitanía? Hablaremos más tarde de ello. El comportamiento de todos tiene que ir en la línea con los valores históricos del Inter. Hay que tener cuidado con lo que se escribe en las redes sociales", afirmó en Mediaset.
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