Un grupo de aficionados del Leganés y de la Real Sociedad se enzarzaron este sábado antes del partido disputado en Anoeta en una pelea junto a un bar ubicado en los aledaños del estadio. Los seguidores de los dos conjuntos provocaron daños materiales en el establecimiento, situado a escasos metros del estadio -en el paseo Zorroaga-, y varios aficionados involucrados en la pelea tuvieron que ser atendidos en el lugar, tal y como informaron ayer mismo fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.
Según estas fuentes, una persona fue detenida y son varios los heridos, aunque ninguno de ellos de gravedad. Hasta el lugar se desplazó personal sanitario en una ambulancia que tuvo que atender a un aficionado, aunque ninguno tuvo que ser trasladado hasta el Hospital.
El bar sufrió daños, aunque como este sábado todavía no se había presentado la denuncia, aún es pronto para evaluar los daños, aseguraron las fuentes consultadas por este periódico.
El asunto fue muy comentado en redes sociales tanto antes del partido como durante y después del mismo. Del entorno cercano al bar partieron varios seguidores de la Real y del Leganés con heridas tras haberse enzarzado en una pelea.
Buen comportamiento
Esto fue fuera del campo. Dentro, el comportamiento de los aficionados realistas y del Leganés fue ejemplar. No hubo aspectos negativos a destacar, si bien es cierto que varios aficionados del Leganés presenciaron el encuentro acompañados de agentes de seguridad.
El mal comportamiento de unos pocos aficionados no puede empañar el que mostraron prácticamente la mayoría de los que acudieron a Anoeta.
La entrada, cercana a los 19.000 espectadores, no fue, ni mucho menos, la mejor del año en Anoeta. El tiempo no acompañó. También es verdad que los resultados de los últimos encuentros en Anoeta no han sido buenos.
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