Un año después, el Celta está dispuesto a dar una vuelta al proyecto de la grada de peñas. Este comenzó a tomar forma en el verano del 2016 y a finales de año se puso en marcha. Pero de una manera descafeinada, con muchas menos solicitudes para formar parte de ella de lo que cabía esperar e incluso pasando desapercibida para buena parte de la afición.
El club se reunió esta semana con representantes de las a agrupaciones celtistas para replantear la iniciativa e intentar reimpulsarla.
A los peñistas se les han hecho saber una serie de requisitos que serán imprescindibles para formar parte de esta zona de animación, par la que se barajó el nombre de Grada Afouteza. La restricción más llamativa está relacionada con la edad, ya que solo acogerá a abonados entre los quince y los 40 años, con un importe de 140 euros para los aficionados sub-25 y de 250 para los restantes. Todos los abonos serán nominativos.
Otro de los epígrafes que más han llamado la atención de los que forman la lista remitida a las peñas es que si el aficionado se ausenta en una cifra determinada de partidos, el abono le puede ser retirado. Podría darse este supuesto si el abonado falta a más de tres encuentros de manera consecutiva o a más de cinco en el cómputo global de la temporada. Además, los que sí acudan al 80 % de los compromisos disfrutarán de un descuento del 10 % en el nuevo abono.
La Federación de Peñas también recuerda que la megafonía particular en la grada no es posible por ley, así como que todos los abonos serán nominativos y las personas que se muevan a esta grada perderán los asientos que ocupaban anteriormente -algo que ya ocurrió con los que se cambiaron la pasada campaña-. Se plantea la posibilidad de expulsión de la grada cuando haya ofensas o cánticos que afecten no solo a los jugadores rivales y a los propios, sino también al cuerpo técnico o al club.
Las peñas tienen hasta hoy a las 18.00 horas para comunicar cuántos de sus integrantes se quieren unir al proyecto. Si sobran plazas, se abrirán al público como parte de la campaña de abonados. Un nuevo intentoA finales de junio pasado el club y las peñas se reunieron para abordar la entonces llamada grada de peñas, que iba a ponerse en marcha al inicio del curso 2016/2017, pero que se demoró hasta el mes de diciembre por las obras de Balaídos.
Comenzó finalmente a funcionaren el partido frente al Sevilla de diciembre del 2016, aunque para entonces solo 60 aficionados habían solicitado el cambio de sitio para unirse a Irmandiños en la zona prevista, la esquina de Río Bajo con Marcador. En principio esa parcela de 406 plazas iba a ser la ubicación provisional, con la idea de que en un futuro Marcador acogiera a esos celtistas.
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