La UEFA ha sancionado con un multa de 30.000 euros al Zenit por los incidentes causados por sus seguidores en el partido jugado en Anoeta el pasado 7 de diciembre, correspondiente a la fase de grupos de la Europa League.
El organismo rector del fútbol europeo determinó ayer que los aficionados del Zenit «causaron daños, prendieron fuegos artificiales dentro del estadio, arrojaron objetos al campo y provocaron desordenes dentro del estadio», por lo que sanciona al club ruso con una multa de 30.000 euros y se le ordena ponerse en contacto con la Real en un plazo máximo de 30 días para sufragar los daños causados por sus aficionados.
La decisión del órgano de Control, Ética y Disciplina de la UEFA exime por tanto la Real de cualquier relación con los incidentes que un determinado grupo de seguidores del Zenit provocó en su visita a Anoeta, en la última jornada de la fase de grupos de la Europa League, con los dos equipos clasificados para los dieciseisavos y con el primer puesto en juego.
Como recordarán, los aficionados del Zenit se dejaron notar a su paso por San Sebastián. La mayoría disfrutó de la ciudad y el fútbol, pero unos pocos se divirtieron a su manera. Antes del inicio del partido, la Ertzain-tza cargó contra los más radicales en la zona de Ferrerías de Amara. Hubo cinco detenidos y dos ingresaron en prisión. En el transcurso del choque prendieron fuegos artificiales y bengalas en la tribuna baja que pusieron en peligro a los aficionados de la Real de la tribuna alta, lo que llevó a desalojar a los realistas situados en la zona contigua a los radicales.
Esa fotografía nunca antes vista en Anoeta llevó a la UEFA a abrir un expediente disciplinario tras el partido. Los cargos que le llevaron a hacerlo se explicaban por el disparo de esos fuegos artificiales, el lanzamiento de objetos al terreno y la falta de orden dentro del estadio por parte de los aficionados del Zenit.
Mes y medio después, la UEFA confirma de forma indirecta que la Real cumplió a rajatabla el trabajo de prevención que requiere un partido como este de Europa League declarado de riesgo especial, en colaboración siempre con el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, y que no pudo hacer mucho más para evitar esos incidentes.
La Real, de hecho, está empeñada en que exista una mayor colaboración entre los clubes de la Europa League que permita minimizar al máximo incidentes como los que se produjeron en Anoeta y en el entorno del estadio. Es lo que reclamó en la sede de la UEFA y lo que hizo un día después del partido ante el Zenit al telefonear a uno de sus responsables en materia de seguridad.
Mano dura de la UEFA
Los precedentes en escenarios similares ya apuntaban que a la UEFA no le iba a temblar la mano porque no quiere ni por asomo que florezcan este tipo de actitudes violentas en los campos de fútbol que acogen su competición. Los castiga con firmeza porque lo que busca es hacer de la Europa League un torneo atractivo y sin riesgo para el espectador.
Esta sanción al Zenit se suma a la que debe cumplir todavía en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final por la exhibición de una pancarta en apoyo a Mladic, culpable de crímenes de guerra y genocidio, en el partido de la fase de grupos que jugó ante el Vardar. La UEFA ha clausurado el graderío de los hinchas radicales del club ruso en ese encuentro de vuelta ante el Celtic de Glasgow que se jugará el 22 de febrero.
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