Los aficionados del Sevilla, apoyados por otra buena parte del publico que asistió al estadio Wanda Metropolitano a presenciar la final de la Copa del Rey entre el Sevilla y el Barcelona, atenuaron el pasado sábado los silbidos de un sector de la grada azulgrana en una atmósfera festiva y mucho menos hostil que en ediciones anteriores. Los hinchas del conjunto andaluz tararearon el himno con el ya habitual 'Lo, lo, lo, lo" que acompaña en la grada cada vez que juega la selección española. De hecho, resultó significativo contemplar cómo en la grada del Barcelona ondeaban más banderas españolas que en otras ocasiones. Cada club recibió 23.850 localidades y el Barcelona tuvo el apoyo de miles de seguidores de peñas de fuera de Cataluña.
Sin embargo, en los alrededores del estadio rojiblanco se vivieron momentos de tensión con la Policía requisando camisetas amarillas y otros distintivos de apoyo a los presos por el procés. Un periodista de Betevé, una televisión local de Barcelona, también sufrió el acoso de los secesionistas cuando se encontraba preparado ante la cámara para entrar en directo en el canal. Según unas imágenes publicadas en redes sociales, se ve al periodista siendo hostigado por los aficionados culés independentistas que se cruzan con él. Uno de ellos echa sobre él humo rojo, otro le pega en la cara con una bufanda blaugrana, un tercero se planta delante de él y un cuarto le intenta quitar el micrófono. Todo mientras sufre insultos como "hijos de puta", "cabrones" o "prensa española manipuladora". En un segundo vídeo, los aficionados directamente golpean tanto al redactor como al cámara que le acompaña. La víctima de estos ataques, el periodista Jordi Brescó, publicó los vídeos en su cuenta personal de Twitter.
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