Una pelea entre ultras, que hubo de ser abortada por la policía, ensució la celebración del ascenso sobre el césped del estadio Castalia. La dirigencia del CD Castellón prometió ayer «medidas duras» con aquellos que participaron en los incidentes. Las imágenes están siendo revisadas por la polícia. «En colaboración con ella», dijo el inversor José Miguel Garrido, «vamos a actuar». «Todos los identificados jamás volverán a pisar Castalia, al menos mientras nosotros estemos aquí», sentenció.
Tanto Garrido como el presidente Vicente Montesinos y el director general Jordi Bruixola fueron contundentes en sus parlamentos. «Queremos que la afición del Castellón venga a disfrutar del fútbol en paz y en familia», dijo Garrido. «La primera reunión el lunes tras el ascenso fue para tratar este tema», añadió Bruixola. «Esto se ha sufrido toda la temporada y ya lo teníamos claro antes del domingo, y ahora más. Vamos a cortar todo eso».
Al acabar el partido con la victoria final del Castellón sobre el Portugalete, y tras unos minutos de celebración sobre el césped, aficionados de ambos fondos, el Sur y el Norte, se enzarzaron en una pelea que hubo de ser cortada por los miembros de las fuerzas de seguridad presentes. En la misma participaron al parecer ultras de diferentes equipos, en ningún caso del Portugalete, rival del Castellón esa noche. La intervención policial fue recibida con aplausos en las gradas, después que se pitara a los participantes.
«Manzanas podridas»
El presidente Vicente Montesinos afirmó tener «imágenes clavadas en la mente de familias y niños» que no pudieron disfrutar del ascenso y se marcharon «entre lágrimas». «Es una vergüenza inadmisible», dijo Montesinos, «y no vamos a permitir estas situaciones. A lo largo del año hemos ido conociendo y vamos a tomar medidas duras. Son manzanas podridas. No vamos a permitir actos violentos y la polícia por suspuesto lo está etudiando. Apoyaremos a identificar a los autores y no nos va a temblar el pulso».
El Frente Orellut, uno de los grupos envueltos en la pelea, emitió ayer un comunicado en los siguientes términos: «Tras los hechos más que evidentes queremos pedir disculpas por empañar la celebración. Asumimos con todas las consecuencias nuestra parte de culpa en lo sucedido».
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