Las peñas del Rayo lloran estos días el cierre del estadio. «Quieren quitarnos nuestra casa», aseguran desde la plataforma ADRV, una de las agrupación de los forofos franjirrojos. La situación que se vive no ha pillado por sorpresa a los aficionados. Se echarán a la calle y se movilizarán –según las primeras informaciones y a falta de fijar el calendario definitivo– a partir del próximo sábado contra el presidente del club, Raúl Martín Presa, al que consideran responsable de todos los males que vive el equipo.
«No se trata de nada que no esperásemos después de haber vivido y recorrido sus entrañas durante años», explican. Del mismo modo, critican que no se haya invertido «ni un céntimo» para evitar el cierre. ¿El responsable de nuevo? Presa, al que califican de «incapaz» y ser el causante de que «sepulten» el campo a cambio de «llevarse una pasta por ello». Es por este motivo, y por comprometer la seguridad de los aficionados y la de los visitantes, por lo que piden su dimisión. «De todas las cosas que ha hecho contra el Rayo, esta es la peor. Es hora de que salga», demandan los rayistas: «Es el momento de que sepa que sus días se terminan en el palco».
El cierre del estadio ha provocado también que el partido previsto para el 1 de septiembre contra el Athletic se vea aplazado. La clausura temporal del césped y las gradas es para la agrupación de peñas una «afrenta» y «la culminación de un proceso de destrucción» que no afecta solo a los aficionados, sino «al barrio de Vallecas».
ADRV cuestiona, asimismo, la gestión que se ha hecho de todos los trabajos de mejora, que se iniciaron el 4 de junio y tendrán un coste de 1,2 millones de euros. «¿Qué mensaje se nos manda? ¿Que recemos al cielo porque no haya sucedido una tragedia?», se preguntan sobre la seguridad que existe en el campo a raíz de la caída de un niño por un hueco de las gradas. El suceso tuvo lugar el pasado 19 de julio durante el primer partido de Liga. Muchos de los aficionados criticaron durante esa jornada los numerosos escombros acumulados, la falta de seguridad y los temblores que se sentían en la grada superior, donde se situaban los hinchas del equipo visitante, el Sevilla. La Comunidad, tras un informe realizado por la empresa encargada de la dirección de las obras, Fonsan, en el que desaconseja el acceso público, decidió cerrar el estadio a los hinchas. Al menos, hasta el 22 de septiembre, cuando se celebrará el próximo partido que enfrenta al Rayo, como anfitrión, contra el Alavés.
«Perfectamente seguro»
La polémica no termina aquí. A pesar del informe, el consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad, Jaime de los Santos, aseguró ayer, durante la presentación de un ciclo teatral, que el estadio del Rayo Vallecano es «perfectamente seguro». Según el consejero, se impide la entrada al público los próximos partidos de Liga porque la empresa encargada de las obras pidió una prórroga de un mes a la Comunidad de Madrid para intensificar los trabajos, cuya finalización estaba prevista para el 15 de septiembre.
Por su parte, Garrido, tras la presentación de las obras del Gregorio Marañón, manifestó que «no se jugará con la seguridad de los ciudadanos»: «La vida de una persona no vale ni un partido ni todos los de la Liga».
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