Un total de 24 detenidos en dos fases (todos españoles menos un croata y un dominicano), y la intervención de 500.000 euros en efectivo, activos inmobiliarios por más de 20 millones de euros, 130 cuentas bancarias, 35 vehículos de gama alta y dos armas de fuego. Este es el balance provisional de la segunda fase de la denominada operación Pórtico, una investigación abierta en Pontevedra y desarrollada por el Grupo contra el Crimen Organizado Eco-Galicia, que ha permitido ahora, tras dos años de investigación, desmantelar una trama de narcos que operaba desde el puerto de Barcelona y llegar al supuesto cabecilla de la organización albanesa, N.V., que vivía a todo lujo en Barcelona en pisos de más de 5.000 euros mensuales de alquiler, derrochando dinero en casinos y conduciendo coches de gama alta. El cabecilla de la banda que operaba en el sur de Europa, según informó ayer la Guardia Civil, tenía importantes contactos con los principales proveedores de cocaína colombianos.
La investigación comenzó en Pontevedra, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción 1, al detectarse que el arousano Javier Mosteiro tenía contactos con el albanés afincado en la ciudad del Lérez Afrim Haxhijasha, ambos importaban grandes cantidades de heroína que después distribuían por Galicia y Portugal.
El ECO-Galicia intervino 10 kilos de heroína y no solo desarticuló esta organización, ya juzgada y condenada en la Audiencia de Pontevedra, sino que asestó otro golpe a las mafias del Este de Europa que tratan de hacerse con la distribución no solo de la heroína en España, sino también de la cocaína que a través del Puerto de Barcelona y que suministraban a los gallegos.
El grupo, condenado por la Audiencia Nacional e integrado por cinco albaneses que introducían los estupefacientes y dos búlgaros que la comercializaban, estaba afincado en Cataluña donde contaban con un sofisticado laboratorio para procesar los estupefacientes. En verano de 2016 se intervinieron más de 40 kilos de heroína y se detectó la colaboración con un grupo de españoles que introdujeron 150 kilos de cocaína por el Puerto de Barcelona.
De aquellos hilos y del análisis de la documentación intervenida se ha llegado ahora a la última fase de la operación Pórtico. Además del tráfico de drogas, una laboriosa investigación ha permitido destapar también un presunto delito de blanqueo de capitales, a través de empresas pantalla y testaferros, que adquirían sobre todo propiedades inmobiliarias. La primera fase de Pórtico estuvo centrada en detener a los españoles encargados de controlar a los trabajadores del puerto para asegurarse de que la cocaína, procedente de Latinoamérica, llegaba a Barcelona para su distribución entre organizaciones criminales. La Guardia Civil arrestó a los estibadores que facilitaban la entrada de la droga, así como a los intermediarios que contactaban y negociaban para retirar del puerto los cargamentos internacionales. Entre los arrestados había varios miembros de los Casuals, la facción más radical de los ultras del FC Barcelona Boixos Nois, acusada de introducir más de 10 toneladas de coca en Europa a través del puerto barcelonés. La segunda fase llevó al arresto del supuesto cabecilla del clan de los Balcanes y a tres nuevos registros domiciliarios, en los que se han incautado 10 kilogramos de éxtasis, material electrónico y abundante documentación.
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