La policía italiana ha anunciado y ha mostrado este lunes un auténtico arsenal de guerra incautado a simpatizantes de ultraderecha en el norte el país. Entre el armamento, hay un misil Matar aire-aire, actualmente utilizado por las Fuerzas Armadas de Catar, y una veintena de fusiles.
La operación ha sido llevada a cabo por la unidad antiterroristo de Turín, en colaboración con el centro operativo nacional de Roma (SCO) y las policías de Milán, Varese, Pavía, Novara y Forlí. Por el momento, han sido detenidas tres personas, todas ellas pertenecientes a grupos de la ultraderecha. Uno de los arrestados, candidato a senador en las elecciones del 2001, perteneció a Forza Nuova, el grupo ultra italiano más conocido y más activo en el último año.
Según informaciones oficiales, las armas pertenecían a un grupo de italianos que participaron en la guerra de Donbass (este de Ucrania), la zona de aquel país bajo influencia rusa. De acuerdo con recientes investigaciones, los rebeldes prorrusos en Ucrania contaron con la colaboración de algunos mercenarios italianos.
Símbolos nazis
Entre los detenidos, figura Fabio Del Bergiolo, de 50 años que, además de haber aspirado a entrar en el Senado, fue inspector de aduanas, lo que podría haber facilitado la introducción en Italia del misil. En la vivienda del detenido los investigadores han encontrado armas de procedencia austríaca, alemana y estadounidense, además de propaganda y símbolos nazis.
"Se ha tratado de una operación compleja, con una incautación de armas de guerra con pocos precedentes", ha comentado con cierta sorpresa Giuseppe De Matteis, comisario de Turín. Ha añadido que los investigadores "tienen algunas ideas" sobre cuanto se podía hacer con el material incautado, pero que por el momento no disponen de pruebas.
Durante las investigaciones, la policía descubrió que los detenidos intentaron vender el misil aire-aire, del que enviaron una foto a través de whatsapp a un experto en armas que afirmaba tratar por cuenta de terceros.
Desde hacía algunas semanas, las unidades antiterroristas del noroeste de la península habían realizado numerosos operaciones contra miembros de la extrema derecha, después de que se produjeran asaltos y agresiones de los ultras contra militantes de izquierdas e inmigrantes. Todas las operaciones habían terminado con la incautación de armas de guerra y, además, con la acusación de "apología del fascismo", prevista por la Constitución y el Códido Penal. Uno de los detenidos había sido Fabio Carlo D’Allio, líder de la Legio Subalpina.
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