lunes, 9 de mayo de 2016

Tsunami rojiblanco en el Coliseum

Justo cuando se levantaba para dar por finalizada su rueda de prensa, Abelardo volvió a acomodarse antes los micrófonos para agradecer a la Mareona su apoyo incondicional de ayer: «Por cierto, quiero dar las gracias a los aficionados que se han desplazado desde Gijón. Ha sido una pasada. Son la mejor afición del mundo y por eso merecemos seguir en Primera División». El técnico del Sporting expresaba así su emoción por la abrumadora presencia de camisetas rojiblancas en las gradas del Coliseum. A pesar de que Ángel Torres intentó limitar la presencia de sportinguistas dificultando la venta de entradas, la afición asturiana se dejó notar como de costumbre.
Más de 5.000 seguidores del Sporting se dieron cita en Getafe. En todas las gradas del Coliseum hubo representación de la afición rojiblanca, a la que se escuchó más que a la del Getafe durante prácticamente todo el partido. Los tres grupos principales se repartieron en el fondo norte y en las esquinas de la tribuna de preferencia. Para encontrar un precedente así hay que retroceder hasta 2009, con los 8.000 desplazados hasta La Coruña. La tensión de entonces, sin embargo, ni se asemejó a la de ayer.
Las inmediaciones del Coliseum amanecieron teñidas de rojo y blanco. Los autocares de las peñas sportinguistas fueron haciendo acto de presencia desde primera hora de la mañana en el párking del estadio. Aunque el tiempo no acompañó -llovió con fuerza hasta poco antes de que empezara el partido-, las camisetas y banderas del Sporting ganaron por goleada en los establecimientos cercanos al estadio, que hicieron su agosto en pleno mes de mayo. Uno de los principales puntos de encuentro fue un centro comercial ubicado a pocos metros del campo de fútbol. Los propios empleados se sorprendieron por la avalancha de clientes llegados desde Asturias en una jornada que presumían tranquila.
La llegada del autobús del Sporting resultó espectacular, similar a las que se repiten últimamente en El Molinón en los partidos importantes, con bengalas incluidas. Los jugadores agradecieron el apoyo de los seguidores sumándose a los cánticos tras los cristales. Unos segundos después hizo acto de presencia el autocar del Getafe. Los aficionados azulones quisieron rivalizar con los asturianos con un recibimiento parecido. Unos y otros se cruzaron algunos cánticos, pero el conflicto no pasó de ahí. Ya en el interior del estadio, el encargado de la megafonía del Coliseum se encargó de subir el volumen de la música cuando los sportinguistas más vitoreaban a sus jugadores en el calentamiento.
Por lo demás, la convivencia entre las dos aficiones resultó pacífica en todo momento. El único contratiempo que lamentar surgió en la reunión matinal entre los árbitros y los delegados de ambos equipos. El colegiado del choque, Álvarez Izquierdo, solicitó a Mario Cotelo que los aficionados del Sporting no accedieran al estadio con globos por las molestias que pudieran ocasionar en el desarrollo del partido. Unipes tenía previsto repartir dos mil unidades entre la Mareona para dar colorido a sus sectores del campo. El Sporting hizo público un comunicado explicando la petición arbitral. Aun así, el rojo y blanco ganó por goleada en las gradas del Coliseum.

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