La 12 de Boca fue atacada en Colombia
Los 500 miembros de la barra que llegaron anoche al estadio del Cúcuta Deportivo se encontraron con un recibimiento hostil de parte de los aficionados locales, quienes les lanzaron piedras y otros proyectiles contundentesLos hinchas argentinos fueron ubicados en un codo del sector de plateas del estadio del club colombiano, y tanto el vicepresidente, Pedro Pompilio, como el dirigente del fútbol "xeneize", Juan Carlos Crespi, debieron intervenir para que les brindaran protección policial.Luego de algunos cabildeos, los dirigentes consiguieron que un pelotón militarizado se situara al pie de las graderías donde estaban instalados los argentinos y asi renació la calma, aunque los insultos permanecieron en el aire hasta el pitazo inicial del árbitro paraguayo Carlos Amarilla.Antes que ingresaran los hinchas boquenses al escenario del partido, el alcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, le había solicitado por los altoparlantes al público presente que no arrojaran "flores" al campo de juego, porque "el objetivo del club es llegar sin problemas a la final de la Libertadores".Por eso, apenas empezó la lluvia de proyectiles a "La Doce", el alcalde volvió a pedirles a los presentes que se calmaran y no provocaran ningún incidente del que tuvieran que arrepentirse más tarde.Claro que la estada de Boca en esta ciudad colombiana no fue todo lo agradable que se imaginaba, además del clima húmedo y caluroso que lo sofocó con 30 grados más que en Buenos Aires.Es que anoche, un grupo de casi 500 motoqueros improvisaron una batucada a la colombiana en la puerta del hotel donde se concentró Boca y no pararon hasta las 2:30 de la madrugada.Y hoy, cuando el plantel llegó al estadio, en el vestuario de Boca no había agua, algo que se extendió por espacio de casi una hora, pese a los insistentes reclamos de los utileros y colaboradores de la delegación boquense.Un clima de Copa Libertadores propio de los años 60 fue el que vivieron, en definitiva, los "xeneizes" en Cúcuta, esta ciudad fronteriza con Venezuela a la que nunca había llegado esta competencia anteriormente.
Los 500 miembros de la barra que llegaron anoche al estadio del Cúcuta Deportivo se encontraron con un recibimiento hostil de parte de los aficionados locales, quienes les lanzaron piedras y otros proyectiles contundentesLos hinchas argentinos fueron ubicados en un codo del sector de plateas del estadio del club colombiano, y tanto el vicepresidente, Pedro Pompilio, como el dirigente del fútbol "xeneize", Juan Carlos Crespi, debieron intervenir para que les brindaran protección policial.Luego de algunos cabildeos, los dirigentes consiguieron que un pelotón militarizado se situara al pie de las graderías donde estaban instalados los argentinos y asi renació la calma, aunque los insultos permanecieron en el aire hasta el pitazo inicial del árbitro paraguayo Carlos Amarilla.Antes que ingresaran los hinchas boquenses al escenario del partido, el alcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, le había solicitado por los altoparlantes al público presente que no arrojaran "flores" al campo de juego, porque "el objetivo del club es llegar sin problemas a la final de la Libertadores".Por eso, apenas empezó la lluvia de proyectiles a "La Doce", el alcalde volvió a pedirles a los presentes que se calmaran y no provocaran ningún incidente del que tuvieran que arrepentirse más tarde.Claro que la estada de Boca en esta ciudad colombiana no fue todo lo agradable que se imaginaba, además del clima húmedo y caluroso que lo sofocó con 30 grados más que en Buenos Aires.Es que anoche, un grupo de casi 500 motoqueros improvisaron una batucada a la colombiana en la puerta del hotel donde se concentró Boca y no pararon hasta las 2:30 de la madrugada.Y hoy, cuando el plantel llegó al estadio, en el vestuario de Boca no había agua, algo que se extendió por espacio de casi una hora, pese a los insistentes reclamos de los utileros y colaboradores de la delegación boquense.Un clima de Copa Libertadores propio de los años 60 fue el que vivieron, en definitiva, los "xeneizes" en Cúcuta, esta ciudad fronteriza con Venezuela a la que nunca había llegado esta competencia anteriormente.
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