lunes, 10 de septiembre de 2007

Vigilados hasta por el Mosad

La normalidad ha sido la nota predominante en la sede granadina, que ha contado con el mayor dispositivo de seguridad policial en la historia de los eventos deportivos locales
Para quien no hubiera visitado nunca una cancha de baloncesto, le habría sorprendido observar el 'blindaje' de seguridad del que ha gozado el Palacio de los Deportes granadino en las tres jornadas que el Eurobasket'07 ha pisado suelo granadino. Pensarán los agnósticos de la canasta que el deporte del aro y la cesta es violento por naturaleza y que sus aficionados son tan guerreros como los 'barras bravas' del fútbol argentino, los antiguos 'hooligans' ingleses o los 'neomacarrillas' que florecen al sur de Italia. Agentes, guardas de seguridad, policía local y hasta miembros del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional han custodiado el Palacio y la ciudad durante las tres tardes de basket continental.La causa del despliegue de seguridad no está en los posibles incidentes que pudieran registrarse entre los aficionados. Ni siquiera la 'hinchada' griega, famosa en otro tiempo por su ferocidad, pero más ruidosa y ferviente que violenta, estaba detrás de la 'toma del Palacio'. En el fondo de la cuestión, la posibilidad de que, no sólo le sede granadina, sino todas, fuesen objetivo terrorista por parte de algún grupo armado, ya fuera derivado del conflicto vasco como del palestino-israelí.Quinientas personasPero no sólo el Palacio de los Deportes ha estado vigilado de arriba a abajo. El ojo del 'gran hermano' policial ha llegado a todos los puntos de la ciudad donde la organización del campeonato o sus participantes ponían un pie. Unos trescientos agentes de policía -entre nacional y local-, a los que se han sumado doscientos guardas de seguridad privada, han velado porque todo transcurriese con normalidad. Tal y como enumera el jefe de servicios de grande eventos del Patronato Municipal de Deportes, Francisco Barranco, «hoteles, recorridos urbanos, canchas de entrenamientos, aeropuerto...», todo ha estado controlado. Para ello, se ha dispuesto de medios aéreos (un helicóptero ha sobrevolado la ciudad), terrestres y, sobre todo, electrónicos, con escáneres para equipaje de mano y para el 'cacheo' individual, así como vídeovigilancia en el Palacio.«Ha sido, sin duda, el dispositivo de seguridad más importante que se ha montado en Granada en la historia de los eventos deportivos», explica Barranco, quien se muestra orgulloso de que todo haya transcurrido con «absoluta normalidad» y de que «el deporte haya sido capaz de convertir de nuevo a Granada en las ciudad de las tres culturas, ya que hemos reunido aquí a judíos, católicos y ortodoxos, en una ciudad con pasado musulmán».De incógnitoEl dispositivo local ha sido espectacular, pero, sin duda, lo que más ha llamado la atención durante los días que el campeonato europeo ha permanecido en Granada ha sido la especial atención que ha recibido la delegación de Israel, según fuentes de la propia organización. El equipo israelí gozaba de una protección especial, dirigido por agentes del famoso servicio de inteligencia del país hebreo, el Mosad. «Han revisado los vestuarios, el hotel y todas las zonas que ha visitado su equipo, siempre antes de que los jugadores y el cuerpo técnico aparecieran por el lugar», comenta Barranco. Este celo en la seguridad es norma común en Israel desde que se produjo la tragedia de los Juegos Olímpicos de Munich en 1970, en los que un grupo de atletas isralíes fueron secuestrados y asesinados por terroristas palestinos. Ni siquiera durante los partidos la selección hebrea se ha librado de la vigilancia de sus agentes. Dos de ellos, vestidos de paisano, armados y comunicados por 'intercoms' permanecían junto al banquillo, mientras otros se repartían por las gradas. Y eso que fue la última selección en clasificarse.

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