martes, 9 de octubre de 2007

El nuevo jefe de la barra brava de Boca Juniors, Mauro Martín, no podrá concurrir a los estadios por cuatro meses y estará arrestado durante 20 días en una cárcel de contraventores, según acordó hoy ante la justicia.Martín llegó a acuerdo abreviado ante un fiscal contraventor por incidentes ocurridos durante un partido ante Vélez por el torneo Clausura 2006. El juez contravencional de la causa, Ladislao Endre, deberá ahora aceptar o no el acuerdo alcanzado entre Martín y el fiscal Mario Gustavo Galante.Si hace lugar, comenzará a regir la prohibición, en tanto que la pena de encierro en cárcel de contraventores podrá llevarla cuando el imputado quiera en el lapso de seis meses. En cambio, el antecesor de Mauro en la jefatura de "La 12", Rafael Di Zeo, también imputado en el expediente, acordó una "donación de mil pesos en alimentos no perecederos y cuatro días de cuatro horas de trabajos no remunerativos", reveló el abogado José Monteleone.Cruce calienteDi Zeo está recluido en el penal de Ezeiza, purgando una condena a más de cuatro años de prisión por los ataques a hinchas de Chacarita durante un amistoso en "La Bombonera" y allí llevaría adelante sus tareas.Otro acuerdo abreviado también firmó Alejandro Falcigno, imputado en esta última causa. Por su parte, Martín, al aceptar una pena que parece dura para sus apetencias de liderar al "Jugador Número Doce", se evitó así un juicio "por cuestiones personales", explicó de su lado su abogado Horacio Riveros."Mauro" incluso había ofrecido una donación de alimentos y tareas comunitarias, sobre todo cediendo el club Leopardi -del que el "barra" es dueño- para actividades o práctica de deportes para chicos, pero el fiscal no aceptó y no se bajó de su postura. Los barras están imputados de incitación a la violencia y haber trabado los molientes en la cancha de Vélez para allanar el ingreso del grueso de la hinchada xeneize.En otro orden, todos ellos se cruzaron hoy en Tribunales y un grupo de acompañantes gritó consignas favorables a "Mauro". Mientras tanto, Di Zeo le murmuró algo cuando estuvieron cerca pero fue imperceptible lo que le dijo.

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