El Camp Nou, el Ramón de Carranza y La Victoria tendrán este fin de semana algo más en común que ser simples estadios de fútbol. En todos ellos los seguidores mostrarán su repulsa a los ultras y a la radicalidad y a la violencia dentro y fuera de los terrenos de juego. Con motivo de la semana europea del fútbol contra la intolerancia, el Real Jaén se ha sumado a Colega Jaén, Jaén acoge, Colectivo Latinoamericano de Jaén, Sinando Kalí, FEJIDIF y la fundación secretariado de Granada, para unirse a ellos en su lucha. Este domingo, antes y durante el partido contra el Granada se sucederán las actividades promovidas por estas asociaciones, que irán desde las meramente informativas a la entrada del estadio, a un taller donde se les pintará a los aficionados la cara del color de su equipo o como deseen. «Queremos que en el fútbol se vean todos los colores», aseguró Gonzalo Serrano, representante de Colega Jaén. PersecuciónSerá una forma de animar al equipo y mostrar la disconformidad con aquellos que amparados por el anonimato de la masa, increpan con insultos racistas o se comportan de forma violenta. Además, en caso de haber sanción, el mayor perjudicado siempre es el club local. «Existe una persecución por parte de antiviolencia de los clubes que acaba castigando por unos pocos aficionados a todo un club. Por ello estamos encantados de participar en esto», aseguró Juan Pedro Peláez, vicepresidente del club. En pañalesPese a que este año se han sumado más equipos a la causa, el CD linares lo hará en una semana, todavía en España este movimiento está arrancando, un movimiento que nació en 2003, con la creación ex profeso de la Fundación FARE, que colabora directamente con la UEFA. Acabar sin embargo con la discriminación en los estadios, en casos como el de este domingo donde habrá cerca de 7.000 espectadores es una tarea que nos «incumbe a todos». «Los propios aficionados deben ser el primer control, los que rodean al tipo. Deben señalar con el dedo», indica Peláez.
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