Los enfrentamientos comenzaron el domingo por la noche en Basilea, después de que terminara el partido de fútbol entre el FC Basel y Young Boys de Berna. Un centenar de partidarios se enfrentaron a un cordón de agentes de policía que prestaban seguridad en todo el estadio, según la policía cantonal. Ellos querían culpar a los aficionados de Basilea. La policía fue capaz de prevenir la erupción de más enfrentamientos, declarando estos el lunes por la mañana que se habían detenido un total de tres personas. La policía también comunico que los hooligans del Basilea se habían fusionado con otros partidarios venidos desde Alemania
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