domingo, 4 de noviembre de 2007

Dos policías locales heridos al disolver una ‘botellona’ junto al Sánchez Pizjuán

Dos policías locales resultaron heridos ayer por la tarde cuando intentaban disolver una botellona que se estaba celebrando en las inmediaciones del estadio Ramón Sánchez Pizjuán cuatro horas antes del partido que enfrentó al Sevilla y al Real Madrid. Uno de los agentes recibió un fuerte botellazo en la cabeza, que le abrió una brecha a la altura de la ceja, mientras que el otro resultó herido en una mano por el impacto de una silla.
Los hechos ocurrieron sobre las seis de la tarde en la calle Luis Arenas Ladislao, casi a la altura de la confluencia con la avenida Luis de Morales. En las inmediaciones de una conocida cervecería situada en esta calle se estaba celebrando una botellona en la que participaban aproximadamente entre 100 y 150 jóvenes. Los dos policías locales formaban parte del dispositivo de seguridad para el partido y se encontraban realizando una inspección rutinaria en un puesto ambulante de comida. Al ver la concentración de personas, se acercaron para intentar disolverla, en cumplimiento de la normativa autonómica que prohíbe consumir alcohol en la vía pública.
A partir de ese momento los agentes fueron recibidos con insultos que poco después derivaron en el lanzamiento de todo tipo de objetos. Piedras, palos, bengalas, sillas y botellas llovieron de repente sobre los dos miembros de la fuerza municipal, que trataron de ponerse a cubierto. Una botella de vidrio impactó en la frente de uno de los policías, que quedó tendido en el suelo. El otro resultó herido en la mano al intentar protegerse de un sillazo. Como consecuencia de este golpe, el policía sufrió la fractura del dedo pulgar. Este agente logró pedir refuerzos por la emisora de radio.
Se activó entonces la alerta conocida como QRR, un código policial que significa que un agente está en peligro de muerte y que consiste básicamente en que todos los policías de servicio en la ciudad deben dejar de inmediato lo que estén haciendo y presentarse a socorrer a su compañero. Decenas de agentes municipales acudieron al lugar de la trifulca y lograron evitar el linchamiento del policía que permanecía en el suelo y en estado de shock debido al impacto de la botella.
Para ello tuvieron que cargar contra la multitud que seguía en la calle y que trataba de seguir golpeando al agente que se encontraba tendido. Los dos lesionados fueron trasladados en una ambulancia del servicio de emergencias sanitarias 061 hasta el Hospital Virgen del Rocío, donde permanecieron durante varias horas hasta bien entrada la noche.
El policía que recibió el botellazo fue sometido a un TAC para detectar posibles daños cerebrales, pero el resultado fue negativo. Al agente le aplicaron nueve puntos de sutura en la frente para coserle la brecha abierta, mientras que su compañero también fue sometido a otras pruebas médicas.
Según informó anoche el Ayuntamiento, los agresores de los agentes son aficionados radicales del Sevilla que habitualmente se concentran para beber alcohol en las inmediaciones del estadio horas antes de cada partido. La Policía todavía no ha logrado detener a ninguno de los autores de este ataque, ya que la mayoría de losparticipantes aprovecharon la confusión generada durante la carga policial para huir hacia otras calles cercanas.
Los agentes sí requisaron varias bengalas de humo rojo que fueron lanzadas contra sus compañeros en el momento de la reyerta. La Policía acotó toda la zona próxima al estadio y al centro comercial cercano para impedir que pudiera surgir algún rebrote de violencia y mantuvo las fuertes medidas de seguridad hasta la finalización del encuentro.

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