El Alavés quiere restablecer cuanto antes la fisonomía perdida en el campo de Mendizorroza por deficiencias de seguridad, puestas en entredicho por el Gobierno vasco sólo después de que cediera una barandilla y cayera al foso de la tribuna de Polideportivo una montonera de aficionados, con el balance de quince heridos. Desde este grave incidente, acontecido durante la disputa del derbi con el Eibar, el 3 de noviembre, han transcurrido ya tres semanas y la búsqueda de una solución se ha disipado entre reuniones, inspecciones y conversaciones.El primer paso hacia la normalidad en el estadio municipal lo dio el Alavés al reponer hace dos semanas los asientos en las doscientas localidades del fondo afectado por la avalancha que carecían de ellos, aunque finalmente no se estrenaron en el anterior duelo en casa, con Las Palmas, al acotarse al público zonas de riesgo del graderío. Ahora, con otro vital partido en Vitoria en el horizonte, este domingo frente al Xerez, el club plantea nuevas mejoras para garantizar la seguridad del espectador y devolver a las peñas a su ubicación natural, detrás de la portería de Polideportivo. Tras el percance y durante el anterior compromiso de Liga siguieron al equipo desde la esquina con Preferencia.La que arrancó ayer es otra semana de obras previstas en Mendizorroza. El Alavés procederá en breve a sustituir la barandilla rota por otra nueva, más resistente y no escalable, homologada por la vigente normativa de seguridad. El material está reservado para su instalación en cuanto se dé la orden, con tiempo de sobra por delante para que la tarea concluya antes del partido. Por ahora, sólo se cambiará el barandado de Polideportivo. El de Preferencia se dejará para más adelante y se hará coincidir con el cubrimiento del foso perimetral, para el que queda un plazo de mes y medio de ejecución.Estos días, el Alavés también retirará las redes de los dos fondos de gol, una telaraña que se instaló hace años detrás de las porterías para evitar el lanzamiento de objetos desde la grada al terreno de juego. Es una supresión largamente demandada por los peñistas y demás seguidores que ocupan sus sitios en ambas tribunas, quejosos por una deficiente visión de lo que ocurre en las áreas. Ahora, el consejo de administración que preside Fernando Ortiz de Zárate va a complacerles, pero a cambio les pide que respondan al gesto albiazul con un comportamiento cívico durante los partidos de casa. La eliminación de las redes irá acompañada de las de los mástiles que las sujetan, uno a cada lado, en total cuatro postes de una altura considerable.
Reunión técnica
Los planes del Alavés tendrán que pasar antes el oportuno permiso de la autoridad competente. Cuenta con informes favorables de la Federación Española de Fútbol y de la Liga de Fútbol Profesional al respecto de ambas actuaciones, pero la instalación de un nuevo vallado protector y la retirada de las redes de los fondos deben someterse también a la complacencia del Ayuntamiento, propietario del campo, y del Gobierno vasco, cuya dirección de Juegos y Espectáculos vela por la seguridad.Esta mañana hay fijada una reunión técnica entre las tres partes para abordar dicho asunto sobre el terreno, a pie de obra, en Mendizorroza. El Alavés ha contratado la barandilla que se le recomendó en una anterior inspección de los técnicos de Interior, por lo que confía en que hoy reciba el permiso. Si así es, los trabajadores se pondrán manos a la obra de inmediato con el fin de que esté todo listo para que el domingo se desarrolle el encuentro con normalidad. Eso sí, las dos primeras filas de Preferencia seguirían acotadas al público.
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