La afición y el equipo vuelven a ir de la mano y este domingo se perfila el primer gran desplazamiento de la masa social españolista.Esto funciona. La familia perica está que se sale y la identificación con el actual proyecto deportivo empieza a constatarse dentro y fuera de los terrenos de juego. No sólo es cuestión de resultadismo. Es evidente que el equipo anda bien y la excelente clasificación, una vez alcanzado el tercio de campeonato, ya no es fruto de la casualidad. El matrimonio entre el bloque que lidera Ernesto Valverde y la grada va mucho más allá. El coraje, la garra, las dosis de calidad y el compromiso exigible en todo momento han calado hondo en una afición que se empieza a volcar con su equipo. Y en Pamplona se reflejará de una forma muy especial. Será el primer desplazamiento masivo de pericos en la presente temporada.Desde hace unos días, en las oficinas del club se han recibido peticiones de todo tipo solicitando información para ver cómo se puede asistir en directo al encuentro frente a Osasuna en el Reyno de Navarra. Un movimiento social de este tipo, salvo la reciente final de la Copa de la UEFA, no se recordaba desde hacía un par o tres de temporadas. Las estimaciones del club indican que alrededor de 500 aficionados españolistas apoyarán al equipo desde las gradas. En estos momentos, entre cinco y seis peñas ya han mostrado su interés por organizarse y hacer el viaje por carretera. Además, se estima que sobre unos doscientos aficionados más se desplazarán por su cuenta y buscarán adquirir una entrada desde las propias taquillas del feudo navarro.Por si acaso, y en previsión a posibles complicaciones, el Espanyol tiene intención de tramitar hoy mismo una notificación a la directiva de Osasuna para garantizar un mínimo de entradas que pueda cubrir las necesidades de la parroquia españolista.Algún que otro incidente, como en el caso de Villarreal, y las decepciones deportivas cosechadas en las últimas temporadas habían enfriado de forma notable una afición fiel como la del Espanyol capaz de arropar al equipo como pocas en todos aquellos desplazamientos cómodos y que mayoritariamente pueden hacerse por carretera. La Romareda, El Madrigal e, incluso, el antiguo Sadar habían visto cómo mareas de seguidores españolistas tomaban sus gradas para apoyar alequipo. Un motivo de claro orgullo que, por desgracia, se había extinguido en las últimas campañas.Esto parece que cambia. La familia blanquiazul se muestra orgullosa de su equipo y dispuesta a hacer nuevos sacrificios los fines de semana. Lo que se vivirá este próximo domingo en el Reyno de Navarra promete fuertes emociones. Volver a ver y a disfrutar con unos quinientos pericos es digno de mención. Y más si el equipo es capaz de mantener su espectacular racha a domicilio y volver a demostrar que es serio aspirante a batallar por una plaza europea. Todo eso sin perder de vista que puntuar frente a Osasuna significaría automáticamente abrir las puertas a soñar con adelantar al Barça sólo una semana después con la disputa del derby catalán.
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