miércoles, 28 de noviembre de 2007

LDA pierde 3-0 ante Municipal como sanción por violencia de "La 12"

Liga Deportiva Alajuelense (LDA), de Costa Rica, fue sancionada con derrota 3-0 ante CSD Municipal, de Guatemala, por la violencia que la barra local de fanáticos "La 12" causó esta noche en partido entre ambos equipos, informó el Canal 6.
Los incidentes se extendieron al exterior del Estadio "Alejandro Morera Soto", en la central ciudad costarricense de Alajuela, a unos 20 kilómetros al norte de aquí, escenario del partido que se dio por terminado ocho minutos antes de lo previsto, agregó la emisora.
"Ya es totalmente oficial: la Liga, por una situación de reglamento pierde el partido tres por cero", indicó la estación de televisión en alusión al juego de ida Alajuelense-Municipal por el tercer lugar del Torneo Interclubes de la Unión Centroamericana de Fútbol (Uncaf).
"Mañana, cerca del mediodía, vamos a tener ya una reacción oficial por parte de la Uncaf acerca de lo que ha sucedido (…) ya con las sanciones oficiales, en la parte económica y, por supuesto, en la parte de la cancha", según la versión periodística.
Esto último podría implicar también "alguna sanción que afecte la eliminatoria mundialista para Costa Rica si este escenario va a ser tomado como una sede para la selección de Costa Rica", planteó el Canal 6 que informó en vivo desde el estadio luego del incidente.
Faltando ocho minutos para terminar el partido "todo se salió prácticamente del control de la seguridad interna (del estadio), de la misma policía", indicó.
Asimismo, "se nos informaba que" en los alrededores de la instalación deportiva "hubo algunos altercados con algunas patrullas", lo que "no pasó (…) a más", agregó esta noche la emisora.
La violencia causó heridas a por lo menos ocho a 10 personas, lo mismo civiles que efectivos de la Fuerza Pública (policía), informó un portavoz de la Cruz Roja Costarricense (CRC) a la estación de televisión.
Al respecto, el jugador alajuelense Cristian Montero, quien formó parte de la alineación de LDA, expresó a la emisora que "es lamentable lo que ocurrió hoy en el estadio", y que "no puede ocurrir en una institución como la Liga ni en ninguna otra institución".
"Sólo nos perjudica a la institución y a nosotros", ya que, "ahora con un tres a cero, por lo que son las reglas, ir a Guatemala a tratar de revertir eso va a ser mucho más difícil de que tal vez lo que pudimos manejar", reflexionó el futbolista.
"Quedaba bastante tiempo, ocho minutos -10 minutos, con lo que se pudiera reponer-, y con eso pudiéramos haber empatado o haber ganado", agregó.
Por su parte, el presidente de LDA, Rafael Alfaro, planteó a periodistas en el estadio que "mañana estudiaremos" la situación derivada de lo ocurrido esta noche.
La de hoy "va a ser una noche de análisis" por parte de las autoridades del equipo, agregó Alfaro.
Municipal iba ganado 2-1 cuando decenas de integrantes de "La 12" –la violenta barra de fanáticos alajuelenses- invadieron la cancha, como expresión de ira por la derrota que su equipo estaba sufriendo –tras haber anotado el primer gol a los 23 segundos de iniciado el partido.
La invasión se produjo tres minutos después del segundo gol de Municipal, y generó la inmediata intervención de personal de seguridad del estadio y de jugadores locales, en un esfuerzo por calmar a los fanáticos de "La 12".
Sin embargo, los enardecidos invasores, una vez regresados a la gradería de la que habían salido, comenzaron desde allí a arrojar objetos –incluidas piedras y varias sillas que rompieron-, lo que condujo a la intervención de agentes de la Fuerza Pública.
Ante la violencia desplegada por los fanáticos, los agentes policiales regulares fueron apoyados por efectivos de la Unidad Antimotines.
El zafarrancho, en un sector de la gradería, continuó durante varios minutos, con los fanáticos enfrentando a las fuerzas policiales hasta que éstas lograron expulsarlos del estadio.
Por su actitud frecuentemente violenta, "La 12" ha sido objeto de comparación con el accionar de la "maras" (pandillas juveniles) que operan en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Los centenares de maras –con miles de integrantes- que operan en esas naciones centroamericanas constituyen uno de los principales problemas de seguridad nacional.

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