martes, 4 de diciembre de 2007

Un festejo inédito arruinado por los mismos de siempre

Los jugadores de Lanús esperaban que todo fuera una fiesta en su estadio, el lugar hasta donde se trasladaron para compartir su alegría con los hinchas. Pero un grupo de inadaptados opacó la celebración
Los jugadores de Lanús llegaron al estadio dispuestos a cumplir con el ritual de la vuelta olímpica pero un grupo de desubicados robó las prendas que vestían los jugadores y frustró la celebración de 35 mil hinchas.Los centros de concentración para los festejos fueron la estación ferroviaria de Lanús, sobre la avenida Pavón y frente a la sede del club en la calle 9 de julio, pero también en el estadio.La caravana de los jugadores en el micro que los trasladó desde La Boca pasó por una repleta avenida Pavón (Hipólito Yrigoyen) a las 21:10.Cinco minutos más tarde los jugadores ya estaban en el vestuario y cuando salieron a dar la vuelta olímpica, a los 30 segundos ya se habían quedado en paños menores.Entonces los futbolistas volvieron al vestuario y ya no salieron, a pesar de los silbidos de sus simpatizantes.Algunos continuaban con la invasión del campo de juego ante la pasividad de la Policía y sólo se pudo disfrutar del festejo efusivo de Lautaro Acosta, quien ensayó una vuelta olímpica llevado en andas.Por los altoparlantes se empezó a pedir que la gente abandonara el campo de juego para que salieran a festejar los jugadores pero nadie hizo caso.Solamente salió el entrenador Ramón Cabrero con su chomba blanca y fue levantado en andas, hasta que se volvió al vestuario con los suyos, y sin su reloj, ya que se lo robaron...La decepción fue muy grande porque los jugadores no pudieron dar la vuelta olímpica, que quedó para el partido de festejo.Finalmente, todo el público familiar que se había acercado a la cancha, dejó solos a los fanáticos con sus camisetas en el campo de juego en lo más parecido a un acto de repudio a su actitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario