El Athletic se niega a vender entradas para El Sardinero

El club rojiblanco rechaza colaborar con el Racing en protesta por los altos precios

Por primera vez en los últimos años, los aficionados rojiblancos no podrán comprar entradas en Bilbao para el partido que el Athletic disputa el domingo en Santander. La directiva rojiblanca ha decidido no colaborar con la venta de billetes para expresar su malestar por lo que considera precios desorbitados impuestos por el club cántabro. Quien quiera acudir en Reyes a El Sardinero deberá hacer frente a una horquilla que va de los 60 euros que cuestan la localidades más baratas, las de preferencia, a los 140 de las más caras, las de tribunas.El elevado coste de los tickets, convertido ya en una práctica habitual por el Racing cuando juega el Athletic, ha provocado un hondo malestar en el seno de Ibaigane. Desde el gobierno rojiblanco se admite que poco se puede hacer porque el Racing es muy libre de marcar los precios que considere convenientes. Eso sí, la junta desea mostrar a los santanderinos su incomodidad. La mejor forma que ha encontrado es tener el gesto de no pedir entradas al club cántabro para venderlas en Bilbao, una práctica habitual cuando se miden dos equipos vecinos.Sin ir más lejos, en abril de 2007 Ibaigane envió emisarios a Santander para recoger 2.500 entradas, a las que se dio salida en las taquillas oficiales de San Mamés y a través de la Agrupación de Peñas del Athletic. Los precios marcados entonces por los dirigentes cántabros eran los mismos que los de esta campaña. En aquel momento, los jugadores rojiblancos decidieron poner dinero de su bolsillo para subvencionar el desplazamiento de los hinchas. Cada entrada adquirida contaba con un descuento de 30 euros y, además, el club fletó autobuses gratuitos para el viaje a Santander.Las peñas rojiblancas ya anunciaron a través de este periódico que esta campaña se han negado a organizar el viaje a Santander. En su lugar optaron por ir a Valladolid, en donde la entrada más asequible costó 25 euros, un 60% menos que en El Sardinero. Cinco mil aficionados rojiblancos fueron testigos del triunfo del equipo de Joaquín Caparrós.