sábado, 16 de febrero de 2008

Dice que deja la barra para combatir la violencia

Pablo Bebote Álvarez, uno de los líderes más reconocidos en el ambiente de las tribunas, asegura que se baja del paraavalanchas y que a partir de ahora colaborará en una ONG. Sigue prófugo de la Justicia por el crimen de Acro
Pablo Alejandro Bebote Álvarez, "jefe" de la barra brava de Independiente, aseguró que la vida de mirar partidos desde el paraavalanchas, protagonizar "duelos" con otras hinchadas y estar constantemente "al borde" de la ley se terminó.
Más curioso resulta que deja esa actividad, a la que ingresó hace 22 años, cuando tenía apenas 13 -de ahí su apodo-, para cooperar en la ONG Nuevo Horizonte para el Mundo en la lucha contra la violencia en el fútbol.
La actualidad lo tiene a Álvarez a punto de declarar ante la Justicia por el crimen de Gonzalo Acro. Está prófugo desde hace 83 días -"porque veía que no me iban a creer", se defendió- y está implicado por tener participación en el hecho junto a sus pares de Los Borrachos del Tablón, la barra de River que atraviesa, desde hace más de un año, una interna feroz.
"No entiendo por qué me metieron en un lío que no es mío. Nunca participé de la interna de River. Demasiados problemas tengo con la persecución que se me hace por ser jefe de la barra de Independiente, donde hace tres años no pasa nada, como para comprarme temas ajenos", aseguró.
Consultado acerca de si realizó "una movida" para que integrantes de La Banda de Palermo (River) agarraran la barra mientras él los apoyaba desde la ONG, lo desmintió: "Mentira. La ONG venía trabajando con muchas hinchadas, incluyendo la de River también, hasta que Alan no quiso saber más nada. Yo sólo les recomendé que no hicieran lío, porque les pasaría lo mismo que a Di Zeo, que por agarrarse a trompadas se come cuatro años adentro, cuando hay gente con dos robos encima que tiene tres años en suspenso".
"Además", continuó, "La Banda de Palermo no existe. Son cuatro pibes".
A su vez, descartó haber entablado relación con otros barras (Matías "Kevin" Kraft, Pablo "Cucaracha" Girón y Rubén "Oveja" Pintos, también prófugos) en la cárcel y agregó que entre River e Independiente "no puede haber amistad, porque ellos eran amigos de Racing".
En la misma línea, se desvinculó de los asesinatos de los hinchas de Newell's a manos de barrabravas de River en abril de 2003, tras una pelea en la Panamericana: "Cuando pasó eso yo estaba preso, salí en julio".
En declaraciones al diario deportivo Olé, Álvarez manifestó que lo involucran en el asesinato de Acro "por ser Bebote". "Por eso -prosiguió-, hoy me bajo de la popular. Si me hicieron esto con otra barra, no quiero imaginarme qué puede pasar si hay un lío en la mía. Tengo miedo de que me hagan una cama: dejo la barra porque no quiero ser el próximo Schlenker".
Juró por sus hijos ser otra persona desde 2003 (año en que salió de la cárcel, por un robo en 1999) y, para defenderse de que desde esa fecha en adelante tiene causas en su contra, alegó que "todas fueron armadas", a excepción de la que lo implica en una pelea en la cancha en noviembre del mismo año.
En 2004 estalló un escándalo en Independiente debido a que los jugadores denunciaron haber sido "apretados" por la barra (ya con Álvarez como líder) para que los jugadores se dejaran perder con Newell's y el equipo rosarino se consagrara campeón.
En referencia a ese hecho, dijo: "Nunca les tiramos que si ganaban habría una carnicería, como se dijo. Sólo que no habían ganado nunca en el campeonato, que teníamos una amistad de 20 años con esta gente y que no había que arruinarla. Igual, eso demostró que los jugadores no nos hacen caso. Por 100 lucas que les puso el otro club (en alusión a Vélez), ganaron igual (efectivamente, Independiente ganó ese partido, aunque de todos modos Newell's fue campeón)".
Por otra parte, Bebote sugirió que las hinchadas apoyan a determinados jugadores por conveniencia: "Al representante le conviene como negocio y a mí no me cuesta nada. Igual la platea de Independiente, si un jugador anda mal, lo reputea. Así que...".
Como solución al problema de la violencia, Álvarez propuso "que las autoridades se comprometan con la hinchada para que los pibes cuiden que no haya disturbios", a la vez que indicó que Mario Gallina le levantó el derecho de admisión "porque vio que había voluntad de solucionar los problemas que surgieran en la tribuna".
Y fue más allá: "A los barras hay que nombrarlos preventores del espectáculo".

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