La Federación Francesa de Fútbol (FFF) y la Liga de fútbol Profesional (LFP) denunciaron al hincha sospechoso de haber proferido insultos racistas contra un jugador marroquí del equipo de Valenciennes, este sábado en Metz, al noreste de Francia, en un partido de primera división. Estas dos querellas se suman a las tres ya presentadas contra Christophe H, un agente de seguridad de 38 años, por el jugador insultado, Abdeslam Ouaddou; el FC de Metz, y la asociación SOS Racisme. El secretario de Estado para los Deportes, Bernard Laporte, pidió, por su parte, "sanciones más severas" para aficionados como él, a quienes en la actualidad se les prohíbe el acceso al estadio durante tres meses, pero "nosotros queremos que sea un año", dijo. El tema será tratado en abril o mayo próximos, agregó Laporte, quien anunció la creación de una misión, encabezada por "una persona carismática" del fútbol cuyo nombre no reveló, para que le haga propuestas sobre la cuestión. "No hemos de tener miedo de parar los partidos" para evacuar a las personas que perturben su funcionamiento, dijo el secretario, sin criticar al árbitro del partido, que no lo interrumpió, pese a haber sido prevenido por el jugador insultado, sino que, además, le sancionó con una tarjeta amarilla por ir a la grada a buscar al problemático hincha. Christophe H. se encuentra bajo control judicial, acusado de "injurias públicas con carácter racista", y será juzgado el próximo 18 de marzo por el Tribunal Correccional de Metz. Por otra parte, el Tribunal Correccional de Metz condenó hoy a nueve meses de cárcel, tres de ellos firmes, y a cinco años de prohibición de acudir a un estadio a Franck y Christophe Nico, dos hermanos de 21 y 26 años que después del mismo partido de fútbol apedrearon un autobús en el que viajaban aficionados del Valenciennes. Una de las pedradas hirió gravemente en la cabeza a un niño de nueve años que se encontraba en el interior del vehículo.
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