domingo, 9 de marzo de 2008

18 heridos y 60 contusos dejaron disturbios en clásico Cali - América, este sábado

Los heridos fueron concentrados en el Hospital Universitario del Valle, y de ellos, según reporte médico, 2 quedaron en observación. Todo comenzó por un choque entre miembros de la barra Barón Rojo.
Este sábado por la noche se estableció que en el grupo de heridos había tres policías, entre ellos, una teniente.
La mayoría de los heridos fueron atendidos inicialmente en la propia cancha del estadio Pascual Guerrero. A otros, las autoridades los trasladaron a centros asistenciales de la capital del Valle. La mayoría presentan lesiones con armas cortopunzantes.
El vocero del Comité Local de Atención y Prevención de Emergencias (Clopad), Manuel Infante, dijo que hubo tres heridos graves, uno con herida en el pecho, otro en el abdomen y uno más en la espalda. Uno de ellos estaba en sala de cirugía del Hospital Universitario.
Por su parte, el alcalde de Cali, Iván Ospina, sentenció: "La barra Barón Rojo no podrá entrar más al estadio hasta que aprenda a comportarse".
Agregó que el equipo rojo podría ser suspendido "unos días" y conminó a su técnico, Diego Edison Umaña a "pedir disculpas a la ciudad".
El alcalde Ospina afirmó que la pelea entre hinchas se dio, probablemente, "bajo el efecto de las drogas".
Pasadas las 9 de la noche, la situación comenzó a ser controlada por las autoridades en las afueras del coliseo. Sin embargo, se escucharon papas explosivas, y en la calle novena, en cercanías al escenario deportivo, se reportaron destrozos en vidrios de algunas edificaciones.
La Policía hizo uso de detonantes y gases lacrimógenos para controlar los desórdenes que siguieron fuera del estadio.
Algunos hinchas del Cali también salieron lesionados al enfrentarse con seguidores del América cerca del estadio.
El gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, dijo que se provocó un lamentable espectáculo con participación del árbitro y los técnicos. "Esto no puede volver a pasar y menos cuando hay otro clásico cerca".
Los desórdenes comenzaron en el minuto 37 del segundo tiempo, cuando se armó una trifulca en la tribuna sur, donde estaban los hinchas de Barón Rojo. Un oficial de Policía dijo que fue un incidente entre los mismos aficionados.
Otra versión desde las barras dijo que los ánimos se alteraron cuando los policías llegaron a desalojar la tribuna 8 minutos antes de finalizar el encuentro.

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