martes, 10 de junio de 2008

El Alavés prepara el viaje a Vigo de 1.000 seguidores en tren y en autobuses

El alavesismo está citado el domingo a 658 kilómetros de Vitoria. En Vigo. En Balaídos se jugará el ser o no ser del equipo y la entidad. La definitiva. Ya no habrá otra oportunidad. Es el último partido. La tarde de la sentencia en Segunda. La victoria sobre el Celta concederá, o no, la salvación, pues entrarán en la calculadora otros resultados, pero es la única que vale. La derrota, si se produce, mandará al Alavés a Segunda B por la vía rápida y cruel. El empate obligaría a una combinación diabólica en pos de la permanencia. Posible, pero complejísima.
A horas de distancia de Mendizorroza, el Alavés sentirá de nuevo el calor de su grada, el espíritu de 'La General', en el desenlace de la Liga 2007-08. Se prepara otro desplazamiento masivo de la afición, a poder ser superior al que movilizó a 700 personas a Ferrol con motivo de la anterior salida a casa del Racing. El partido de Vigo merece más, aunque el día -domingo- y la hora -las seis de la tarde- no son los más aconsejables para favorecer la caravana de la ilusión. El lunes es laborable.
Esta vez, la entidad de Mendizorroza quiere llevar a 1.000 hinchas a la ciudad pontevedresa. Sobre este contingente basará la petición de entradas al Celta, prevista para hoy, cuando resuelva el transporte. En principio, el Alavés contempla el tren como primer vehículo de traslado de su gente más atrevida. Ha hecho las oportunas gestiones con RENFE y espera hoy la respuesta a su petición: si hay convoy y vía libres, además de los horarios de salida de Vitoria y llegada a Vigo el domingo, lo mismo que el regreso después tras el partido. El ferrocarril se presenta como el método más rápido, cómodo y económico para los viajeros albiazules, pero queda la contestación de Madrid.
Por carretera
El plan B echaría a andar por carretera si los raíles se cierran para el alavesismo. Sería éste el del desplazamiento en autocar, en parecidas circunstancias al de Ferrol. En un caso u en otro, el Alavés irá de la mano de la Caja Laboral para subvencionar la segunda marcha albiazul a Galicia. Ambas entidades trabajan desde el domingo por la noche en la misma línea, desde que se festejó el imprescindible triunfo sobre la Real Sociedad para seguir alimentando el sueño.
De la misma manera que está pendiente el medio de transporte, también el precio de las entradas se encuentra en compás de espera. Anoche se reunió la directiva del Celta para abordar éste y otros asuntos de más calado, como el fichaje de Pepe Murcia de entrenador para la campaña venidera. Pero el Alavés confía en que la entidad celeste mantenga las tarifas habituales en Balaídos esta Liga, que van de los 10 a los 25 euros. Desde que el Celta perdió toda opción clasificatoria a su estadio no acuden más de 6.000 espectadores.

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