Los aficionados nórdicos superaron en número a los españoles y al menos 15.000 suecos contaron con una localidad para asistir al encuentro- Las ofertas para comprar una entrada de última hora llegaron hasta los 800 euros
Apenas dos horas antes de que comenzara el partido que enfrentó hoy a España contra Suecia (16.00 GMT) en Innsbruck, más de 40.000 hinchas de los dos países ocupaban ya el centro histórico de la localidad alpina.
Según informó hoy la agencia austríaca APA, los aficionados nórdicos superaron en número a los españoles, y al menos 15.000 suecos contaron con una localidad para asistir al encuentro en el estadio Tivoli Neue, con un aforo de 30.000 localidades.
Las ofertas para comprar una entrada de última hora llegaron hasta los 800 euros.
Según la empresa austríaca de ferrocarriles, más de 30.000 personas habáin llegado hoy a la capital del Tirol austríaco en tren o autobús.
Las dos aficiones se prepararon pacíficamente para el encuentro, y la Cruz Roja informó de que no se produjeron incidencias de ningún tipo.
Entre los seguidores hispanos, abundaron los disfraces de torero y flamenca, al tiempo que los suecos optaron por el típico traje vikingo e incluso atuendos del personaje de Pipi Calzaslargas.
Por la tarde, los nórdicos estuvieron convocados a una "marcha sueca" para dirigirse en masa hacia el estadio, mientras que por parte española, Manolo y su bombo fue el más reconocible de los aficionados españoles y actuó de reclamo para el resto.
Las ofertas para comprar una entrada de última hora llegaron hasta los 800 euros.
Según la empresa austríaca de ferrocarriles, más de 30.000 personas habáin llegado hoy a la capital del Tirol austríaco en tren o autobús.
Las dos aficiones se prepararon pacíficamente para el encuentro, y la Cruz Roja informó de que no se produjeron incidencias de ningún tipo.
Entre los seguidores hispanos, abundaron los disfraces de torero y flamenca, al tiempo que los suecos optaron por el típico traje vikingo e incluso atuendos del personaje de Pipi Calzaslargas.
Por la tarde, los nórdicos estuvieron convocados a una "marcha sueca" para dirigirse en masa hacia el estadio, mientras que por parte española, Manolo y su bombo fue el más reconocible de los aficionados españoles y actuó de reclamo para el resto.
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