Al menos cuatro personas, dos de ellas policías, resultaron heridas la pasada noche en Timisoara, tras intervenir la policía con porras y gases lacrimógenos contra 2.000 de seguidores del equipo local FC Timisoara.
Los hinchas bloquearon una de las carreteras de acceso a la ciudad y se manifestaron con violencia para protestar contra una sanción impuesta a su club y que obligó al patrono del equipo, Marian Iancu, a que se retire del fútbol.
La policía usó la fuerza para alejar a los manifestantes de la carretera y para ello empleó gases lacrimógenos, escenas que pudieron verse en la televisión.
El comandante de la Policía de Timisoara declaró a Realitatea TV que fue herido con piedras, lo mismo que otro agente, mientras que un joven fue llevado al hospital tras desmayarse por los gases tóxicos.
La protesta espontánea estalló contra la decisión publicada ayer por la Federación Rumana de Fútbol (FRF) de aplicar una sanción dictada por la FIFA contra el FC Timisoara, que impone una pérdida de 6 puntos al club y lo coloca en undécimo puesto en la liga de primera división.
Los hinchas bloquearon una de las carreteras de acceso a la ciudad y se manifestaron con violencia para protestar contra una sanción impuesta a su club y que obligó al patrono del equipo, Marian Iancu, a que se retire del fútbol.
La policía usó la fuerza para alejar a los manifestantes de la carretera y para ello empleó gases lacrimógenos, escenas que pudieron verse en la televisión.
El comandante de la Policía de Timisoara declaró a Realitatea TV que fue herido con piedras, lo mismo que otro agente, mientras que un joven fue llevado al hospital tras desmayarse por los gases tóxicos.
La protesta espontánea estalló contra la decisión publicada ayer por la Federación Rumana de Fútbol (FRF) de aplicar una sanción dictada por la FIFA contra el FC Timisoara, que impone una pérdida de 6 puntos al club y lo coloca en undécimo puesto en la liga de primera división.
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