viernes, 5 de diciembre de 2008

Gerets llama a la calma a sus aficionados

El entrenador del Olympique de Marsella, Eric Gerets, hizo un llamamiento para que los aficionados del conjunto galo mantengan la calma y no haya incidentes en el partido que les enfrentará el próximo martes al Atlético de Madrid en Liga de Campeones.
"La petición que hago al público es que esté tranquilo. Que anime a su equipo para que se clasifique porque sería la mejor respuesta ante las injusticias", apuntó Gerets, en alusión al juicio que fue visto para sentencia el miércoles del seguidor Santos Mirasierra, que está detenido en Madrid por los incidentes ocurridos en la ida en el Vicente Calderón.
Por eso desde la entidad gala, conscientes de que UEFA estará muy pendiente de lo que ocurra en la grada del Velodrome, confían en que no haya ningún incidente. "Quiero hacer un llamamiento a los aficionados, sé que están frustrados y enfadados, pero deben de saber que nosotros, el staff y los jugadores, estamos también enfadados", explica.
"La peor de las cosas que podría pasar en este partido serían incidentes que luego no permitirían a nuestros aficionados asistir a partidos europeos en el futuro porque no hay nada peor que jugar sin jugadores", reconoció Gerets, que vivió una situación similar en el Galatasaray.
Reunión para tomar medidas de seguridad
Representantes del Olympique de Marsella, del Atlético de Madrid, de la UEFA y de fuerzas policiales de Francia y España se han reunido para hablar de las medidas de seguridad de cara al encuentro de la Liga de Campeones del próximo martes entre ambos equipos.
La UEFA informa de una "positiva y satisfactoria" reunión de seguridad en cuanto a los traslados, las inmediaciones del estadio y los procedimientos dentro del Velódromo antes, durante y después del estadio.
El Atlético, según la UEFA, ha confirmado que no utilizará el cinco por ciento del aforo del estadio al que tiene derecho, ya que no viajará ningún seguidor de forma organizada. Asimismo, tampoco se prevén traslados particulares desde Madrid.
La sentencia:

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