lunes, 1 de diciembre de 2008

Incidentes en Langreo

Si bien el conjunto de Raúl González sumó una nueva victoria, se mostró inexpugnable en defensa y amplía a diez puntos su ventaja sobre el segundo clasificado, la actuación de los miembros de la Policía Nacional desplazados a Ganzábal fue lo más llamativo, por lo denigrante, de la tarde del domingo en Langreo. Cuando no había incidentes, los miembros de la UIP se los inventaron, cortando un cruce de insultos (absurdo y cotidiano, pero inofensivo) a golpes, sin mirar a quien se los daban ni en que medida.
En lugar de prevenir, la Policía prefirió esperar a que hubiese cualquier pequeño cruce de palabras para sacar a relucir el lenguaje que parece mejor dominan, al menos viendo su exhibición en Ganzábal. Toletazos, detenciones y lo que haya pasado fuera con los dos aficionados que sacaron del campo, que no lo sabemos pero lamentablemente lo imaginamos. Tan ineptos fueron en su papel que cuando el grupo Symmachiarii quiso abandonar el campo en protesta por la denostable actuación de las “fuerzas del orden”, les hicieron esperar hasta el inicio de la segunda parte, incapaces de montar el dispositivo de salida sobre la marcha. Como para esperar su protección en caso de evacuación urgente del campo.
La salida de Symmachiarii y los hechos ocurridos hicieron reaccionar al resto de la afición oviedista, transformando su indignación en cánticos de ánimo hacia su equipo. No había coordinación y se notaba que los cánticos tenían otro ritmo que el de los más jóvenes, pero la rabia contenida hizo callar a una afición local más numerosa. Una lección que los violentos, y ayer no fueron los ultras, serán incapaces de comprender. No dan para más.

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