Las diferencias de trato de la UEFA a la hora de aplicar sanciones han puesto en pie de guerra a muchos clubes de toda Europa. El Atlético fue castigado con la clausura del Calderón y 150.000 euros por el enfrentamientos entre los hinchas del Olympique y la Policía. El Feyenoord acaba de ser multado con 25.000 euros por los incidentes cometidos en Riazor por sus aficionados. Bien. Mientras tanto, el Marsella se salva. Reincidente tras lanzar bengalas ante el PSV, sólo deberá pagar 10.000 euros por pegar un «mecherazo» a Gerrard. Ante esto, y al igual que hizo el Atlético, otros clubes estudian acudir al TAS para reclamar la misma «manga ancha» que recibe el club francés.
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