miércoles, 4 de febrero de 2009

La afición prepara su desembarco en el Teresa Rivero

«You'll Never Walk Alone (Nunca caminará solo)» es una canción que fue compuesta por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein para su musical de 1945 Carrusel. Quizás sea el cántico más famoso del fútbol mundial. Los hinchas del Liverpool lo utilizan cada vez que los jugadores pisan el terreno de juego de Anfield y, además, para alentarles antes, durante y después de un partido.
La afición blanquiazul, aunque en menor número, pero no por eso, menor interés por unos colores, los blanquiazules, se ha convertido en el mejor aliado de una entidad que está en el mejor camino indicado para lograr un sueño allá por el 21 de junio, el ascenso a Primera División.
Hasta la fecha, los incondicionales blanquiazules han demostrado su fidelidad a los pupilos de Juan Carlos Mandiá. El Rico Pérez promedia unos 7.000 espectadores por partido, aunque es cuando el Hércules viaja cuando más se nota el aliento de los aficionados, ya sea en Balaídos, en Gran Canaria o en Tarragona.
Los jugadores no olvidan al futbolista número doce, y saben que está con ellos. La primera presencia en masa de los blanquiazules fue en Valencia, en el encuentro que el Hércules venció al Levante por un claro 0-2. Más de 500 hinchas, a pesar del elevado coste de las entradas, presenciaron el partido.
Las dos salidas más numerosas han sido a Murcia (1.500 aficionados blanquiazules en Nueva Condomina) y Albacete (donde alrededor de 1.700 herculanos presenciaron el triunfo en el Carlos Belmonte 0-3).
500 entradas
El siguiente destino es Madrid, y concretamente, el estadio Teresa Rivero de Vallecas. El Hércules puso ayer a la venta 500 localidades para los aficionados que deseen viajar a la capital de España.
La entidad alicantina dispone de medio millar de localidades que podrá expender entre sus aficionados a quince euros por entrada, un precio que sólo se mantendrá en los billetes vendidos en Alicante. Diversas peñas ya han anunciado que estarán en Vallecas animando a los pupilos de Mandiá.

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