«No recuerdo un equipo que trajera tanta gente hasta Barcelona. Ha venido a comer aquí hoy -por ayer- gente de Luanco, de Gijón, de Oviedo... El Sporting es un equipo muy especial y tiene, además, a Quini, que le queremos mucho», señalaba ayer Isabel Escudé, quien regenta, desde hace algo más de veinte años, un restaurante cercano a Las Ramblas, el corazón de Barcelona.
La 'mareona' volvió a sorprender y a rugir. Esta vez en un escenario que le permitió brillar como se merece, en el Camp Nou. El sábado por la mañana ya llegaron los primeros aficionados rojiblancos y ayer la Ciudad Condal se tiñó completamente de ese color para sorpresa de los catalanes, que no daban crédito a lo que veían.
Más de 3.000 aficionados acompañaron al Sporting en los kilómetros más duros de L'Angliru, un nombre que le viene como anillo al dedo al tremendo inicio del calendario que han tenido que afrontar los rojiblancos. Próximo puerto: el Madrid, otro de categoría especial.
Pero esta vez, en Barcelona, no hubo trabas. Ni impedimentos. Ni condicionantes que pusieran en riesgo el desembarco masivo de aficionados rojiblancos. El Camp Nou no fue un obstáculo para la afición más viajera de la Liga, como lo fueron en su momento El Sardinero y San Mamés, estadios en los que se frenó, en parte de forma interesada, a la mareona.
Ayer no hubo filtros, en un campo que casi puede albergar la friolera de 100.000 personas. Cada uno se las ingenió como pudo para viajar. Algunos acompañaron al equipo, en el vuelo chárter, y otros lo hicieron por su cuenta.
«No os mováis mucho haber si no va a salir alguien en la foto», advertía Marc Fernández, un barcelonista confeso, afincado en Castelldefells, y que no podía asistir al encuentro por tener que cumplir con sus obligaciones laborales. «Me fastidia bastante porque no me pierdo ningún partido y tenía gana de ver al Sporting aquí. Es un equipo con el que simpatiza todo el mundo», comentaba.
Las Peñas estuvieron muy presentes en Barcelona. Jovellanos, La Laguna, El Brujo, Mieres, Los Escalones, Llagar de Begoña, La Tayuela y La Moral, entre otras, se dejaron ver por las zonas más concurridas de la Ciudad Condal.
El director de Mareo y ex entrenador del filial, José María Acebal, también viajó con el equipo. Junto a él estuvo casi todo el tiempo el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Gijón José Ramón Tuero y ambos estuvieron visitando las instalaciones del Barça para coger alguna idea.
La 'mareona' volvió a sorprender y a rugir. Esta vez en un escenario que le permitió brillar como se merece, en el Camp Nou. El sábado por la mañana ya llegaron los primeros aficionados rojiblancos y ayer la Ciudad Condal se tiñó completamente de ese color para sorpresa de los catalanes, que no daban crédito a lo que veían.
Más de 3.000 aficionados acompañaron al Sporting en los kilómetros más duros de L'Angliru, un nombre que le viene como anillo al dedo al tremendo inicio del calendario que han tenido que afrontar los rojiblancos. Próximo puerto: el Madrid, otro de categoría especial.
Pero esta vez, en Barcelona, no hubo trabas. Ni impedimentos. Ni condicionantes que pusieran en riesgo el desembarco masivo de aficionados rojiblancos. El Camp Nou no fue un obstáculo para la afición más viajera de la Liga, como lo fueron en su momento El Sardinero y San Mamés, estadios en los que se frenó, en parte de forma interesada, a la mareona.
Ayer no hubo filtros, en un campo que casi puede albergar la friolera de 100.000 personas. Cada uno se las ingenió como pudo para viajar. Algunos acompañaron al equipo, en el vuelo chárter, y otros lo hicieron por su cuenta.
«No os mováis mucho haber si no va a salir alguien en la foto», advertía Marc Fernández, un barcelonista confeso, afincado en Castelldefells, y que no podía asistir al encuentro por tener que cumplir con sus obligaciones laborales. «Me fastidia bastante porque no me pierdo ningún partido y tenía gana de ver al Sporting aquí. Es un equipo con el que simpatiza todo el mundo», comentaba.
Las Peñas estuvieron muy presentes en Barcelona. Jovellanos, La Laguna, El Brujo, Mieres, Los Escalones, Llagar de Begoña, La Tayuela y La Moral, entre otras, se dejaron ver por las zonas más concurridas de la Ciudad Condal.
El director de Mareo y ex entrenador del filial, José María Acebal, también viajó con el equipo. Junto a él estuvo casi todo el tiempo el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Gijón José Ramón Tuero y ambos estuvieron visitando las instalaciones del Barça para coger alguna idea.
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