Según ha el jefe de prensa de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, Manuel Castilla, este dispositivo contará con el apoyo de agentes de refuerzo provenientes de otras comunidades.
Las unidades de intervención de la Policía Nacional serán responsables del orden público, mientras que la Policía Local se encargará del tráfico, al tiempo que fuentes de la Federación Española de Fútbol han confirmado que serán más de doscientos los guardias de seguridad que participarán en la cobertura del partido.
"Tenemos experiencia en este tipo de acontecimientos porque es la tercera final que organizamos", ha recordado Castilla, quien ha confirmado que se esperan unas 40.000 personas entre ambas aficiones.
En los últimos años, el campo de Mestalla ha acogido las finales de 1998 entre el Barcelona y el Mallorca y la de 2000 entre el Espanyol y el Atlético de Madrid.
"La ciudad se dividirá en dos partes" ya que al norte del estadio de Mestalla, en la zona de la Avenida de Blasco Ibáñez, se dispondrá una zona acotada para la afición del Barcelona, la misma que se dispuso para los aficionados del Espanyol en el año 2000, mientras que al sur del estadio, en el Paseo de la Alameda, se ubicarán los seguidores del Athletic de Bilbao.
"El dispositivo de seguridad se activará varios días antes del encuentro, en cuanto empiecen a llegar aficionados a la ciudad, que quedará prácticamente dividida en dos partes: el norte para el Barcelona y el sur para el Athletic", ha añadido Castilla.
La Policía Local derivará todos los autocares de ambas aficiones a las zonas habilitadas de aparcamiento, que será la ronda norte en el caso de los aficionados barcelonistas y en la Alameda para los seguidores del conjunto vasco.
PARTIDO DE ALTO RIESGO
"Todas las finales están calificadas de alto riesgo con independencia del tipo de aficiones que vengan", ha puntualizado Castilla.
La llegada de aficionados de ambos equipos se podría producir, en un principio, por el mismo acceso, ya que las carreteras de Zaragoza, por la que podría llegar la afición que acuda desde Bilbao, y la de Zaragoza, confluyen a veinticinco kilómetros al norte de Valencia, en las inmediaciones de Sagunto.
Las unidades de intervención de la Policía Nacional serán responsables del orden público, mientras que la Policía Local se encargará del tráfico, al tiempo que fuentes de la Federación Española de Fútbol han confirmado que serán más de doscientos los guardias de seguridad que participarán en la cobertura del partido.
"Tenemos experiencia en este tipo de acontecimientos porque es la tercera final que organizamos", ha recordado Castilla, quien ha confirmado que se esperan unas 40.000 personas entre ambas aficiones.
En los últimos años, el campo de Mestalla ha acogido las finales de 1998 entre el Barcelona y el Mallorca y la de 2000 entre el Espanyol y el Atlético de Madrid.
"La ciudad se dividirá en dos partes" ya que al norte del estadio de Mestalla, en la zona de la Avenida de Blasco Ibáñez, se dispondrá una zona acotada para la afición del Barcelona, la misma que se dispuso para los aficionados del Espanyol en el año 2000, mientras que al sur del estadio, en el Paseo de la Alameda, se ubicarán los seguidores del Athletic de Bilbao.
"El dispositivo de seguridad se activará varios días antes del encuentro, en cuanto empiecen a llegar aficionados a la ciudad, que quedará prácticamente dividida en dos partes: el norte para el Barcelona y el sur para el Athletic", ha añadido Castilla.
La Policía Local derivará todos los autocares de ambas aficiones a las zonas habilitadas de aparcamiento, que será la ronda norte en el caso de los aficionados barcelonistas y en la Alameda para los seguidores del conjunto vasco.
PARTIDO DE ALTO RIESGO
"Todas las finales están calificadas de alto riesgo con independencia del tipo de aficiones que vengan", ha puntualizado Castilla.
La llegada de aficionados de ambos equipos se podría producir, en un principio, por el mismo acceso, ya que las carreteras de Zaragoza, por la que podría llegar la afición que acuda desde Bilbao, y la de Zaragoza, confluyen a veinticinco kilómetros al norte de Valencia, en las inmediaciones de Sagunto.
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