miércoles, 27 de mayo de 2009

La violencia se adueña del fútbol peruano

Nueve policías heridos, ocho hinchas detenidos y un árbitro apaleado. Ha sido el balance de la última jornada de la liga peruana de fútbol, donde los niveles de violencia están alcanzando sus máximas cotas.
El encuentro del pasado domingo entre el Universitario y José Gálvez acabó con unos 2.000 hinchas del equipo local enfrentados entre sí. Los agentes de la Policía intentaron calmar los ánimos de los seguidores, conocidos como 'barras bravas', pero se llevaron la peor parte del enfrentamiento, tras ser acusados de haber entregado una bandera del club al equipo rival en la anterior jornada liguera.
Durante la agresión, la Policía detuvo a ocho barristas que fueron conducidos a una comisaría. Los disturbios continuaron en el exterior del estadio, donde los 'barras bravas' rompieron los cristales de un vehículo de la Policía y de nueve particulares.
Por otra parte, el árbitro del partido entre Cobresol y Sport Aguila, de la segunda división peruana, fue golpeado por los jugadores del equipo visitante, que lo acusaron de haberles robado el partido tras perder frente a su rival 3-2.

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