Alrededor de mil aficionados del Atlético, aunque fuentes policiales han cifrado oficialmente la asistencia en torno a cuatrocientas personas, se han manifestado en los alrededores del estadio Vicente Calderon contra el presidente, Enrique Cerezo, y el máximo accionista, Jesús Gil Marín. Poco después de las 16:30, hinchas rojiblancos comenzaron a concentrarse en las inmediaciones de la puerta 0. Alrededor de doscientos, varios ellos portando pancartas en las que exigían la marcha de ambos, lanzaban proclamas contra la gestión de los dirigentes. "Gil culpable, Cerezo marioneta", fue la consigna más repetida. En la pancarta más visible se leía "Veinte años. Ni un día más". Otras señalaban: "Vuestra gestión, nuestra ruina", "Los delitos prescriben, pero no se olvidan" o "Fuera los Gil".
El equipo llegó sobre las 16:30 y accedió con normalidad al estadio por el punto donde se concentraron los manifestantes. Hubo aplausos para los jugadores. El Racing lo había hecho diez minutos antes. La Policía, con algunos efectivos a caballo, cortó el túnel junto a la M-30 para controlar mejor la situación. En principio, tiene previsto disolver cualquier concentración numerosa porque la manifestación no estaba autorizada. Enrique Cerezo almorzó con los dirigentes del Racing en un restaurante de Madrid y llegó al estadio antes de que comenzara el alboroto.
Poco después de las cinco, el grueso de la manifestación apareció por el Paseo de los Melancólicos y rodeó el campo, de fondo sur a norte, sin dejar de gritar contra la gestión de Gil Marín y Cerezo. La concentración acabó sin incidentes.
Alrededor de 300 aficionados decidieron seguir con la protesta fuera del estadio cuando el partido ya había comenzado y entraron en el campo unos minutos después.
Después, a la conclusión del encuentro y tras el empate y la mala imagen del equipo, ha habido una fuerte pitada y unas 150 personas se han reunido en torno al palco para insultar a Enrique Cerezo y a la familia Gil. Los insultos y cánticos se han repetido después en la puerta cero, donde se han congregado en torno a 400 personas para seguir con las protestas.
El equipo llegó sobre las 16:30 y accedió con normalidad al estadio por el punto donde se concentraron los manifestantes. Hubo aplausos para los jugadores. El Racing lo había hecho diez minutos antes. La Policía, con algunos efectivos a caballo, cortó el túnel junto a la M-30 para controlar mejor la situación. En principio, tiene previsto disolver cualquier concentración numerosa porque la manifestación no estaba autorizada. Enrique Cerezo almorzó con los dirigentes del Racing en un restaurante de Madrid y llegó al estadio antes de que comenzara el alboroto.
Poco después de las cinco, el grueso de la manifestación apareció por el Paseo de los Melancólicos y rodeó el campo, de fondo sur a norte, sin dejar de gritar contra la gestión de Gil Marín y Cerezo. La concentración acabó sin incidentes.
Alrededor de 300 aficionados decidieron seguir con la protesta fuera del estadio cuando el partido ya había comenzado y entraron en el campo unos minutos después.
Después, a la conclusión del encuentro y tras el empate y la mala imagen del equipo, ha habido una fuerte pitada y unas 150 personas se han reunido en torno al palco para insultar a Enrique Cerezo y a la familia Gil. Los insultos y cánticos se han repetido después en la puerta cero, donde se han congregado en torno a 400 personas para seguir con las protestas.
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