martes, 22 de septiembre de 2009

NUEVA POLEMICA POR RACISMO EN FUTBOL DE ITALIA

El presidente de Inter, Massimo Moratti, afirmó que el partido que su equipo ganó 2-1 a Cagliari debió haber sido interrumpido al menos tres minutos, ante los coros racistas en contra del jugador Mario Balotelli.
"Fue un episodio despreciable, gravísimo", admitió Gianni Petrucci, presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), mientras el titular del sindicato de futbolistas (AIC), Sergio Campana, coincidió al afirmar que el árbitro debió detener el juego. La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) se vio obligada a precisar que, según los nuevos reglamentos, son los responsables del orden público quienes deben trasmitirle al árbitro que el partido debe ser suspendido.
La nueva reglamentación fue impuesta el 5 de mayo pasado, luego de que fanáticos de Juventus lanzaron gestos racistas también hacia Balotelli, quien sufrió otra vez ahora ante hinchas de Cagliari.
El vicejefe policial de Cagliari, Giuseppe Gargiulo, admitió que los hinchas "gritaron el tradicional 'buuu' acompañado de silbidos, pero no fue nada significativo. Se intensificó en los últimos minutos y acordamos con un dirigente de Inter que ya no había nada que hacer", añadió.

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